miércoles, 15 de enero de 2014

DESESPERACIÓN Y MIEDO. ESPAÑA NO ES PAÍS PARA VIEJOS.



“Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”.
Montesquieu

Según se puede leer en el adelanto de la “Encuesta de condiciones de Vida para 2013, del INE, el umbral de riesgo de pobreza para una persona se sitúa en 7.040 euros año y en hogares compuestos por dos adultos y dos menores dicho umbral es de 14.784 euros anuales. El SMI para 2014 ha quedado congelado en 645,30 euros al mes o lo que es lo mismo 9.034,20 contando con las dos pagas.

Dice la encuesta que en 2013 el 16,9% de los hogares españoles manifiesta llegar a fin de mes con “mucha dificultad”, el 40,9% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, el 45,8% no se puede permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año y el 9,2% tiene retrasos en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad,...). Así mismo el indicador AROPE de riesgo de pobreza o exclusión social en el 28%.

Realmente la situación de muchos de nuestros ciudadanos y de muchas familias es desesperante; pero hoy quería hablar de un colectivo del que se habla muy poco en los medios, los mayores de 55 años en paro y con la prestación de desempleo agotada, la gente de mi generación como escribí en una entrada de este blog (“¿QUE SERÁ DE LOS PARADOS DE MI GENERACIÓN?” 6/06/2012): 
“…aquellos que cuando murió del Dictador teníamos alrededor de 18 años y que vivimos la huelgas obreras de los 70, y nos ilusionamos y nos indignamos con la Transición, pasamos reconversiones industriales, la entrada en la OTAN, crisis, y más crisis, corrupciones y escándalos, votamos gobiernos de UCD, del PSOE y del PP y del PSOE y del PP. Y trabajamos, nos enamoramos, nos volvimos a enamorar y tuvimos hijos y los enviamos a la universidad y pensábamos, equivocadamente, que por muy mal que se nos diera las cosas no podían empeorar y ahora nos encontramos en un callejón sin salida.”
 En la entrada comentaba la situación de una pareja de amigos que cobraban los dos el subsidio de mayores de 55 años, 856 euros al mes o lo que es lo mismo 10.224 euros al año (el subsidio no tiene pagas), teniendo que afrontar una hipoteca, no muy alta, pero una hipoteca y todos los gastos que cualquier familia normal y que vive sin excesos tiene.


¿Cómo es posible  vivir en una ciudad o en un pueblo o donde coño sea con 426,30 euros al mes?, no es vivir, es apenas subsistir con ese único ingreso que tendrás hasta que te jubiles, diez años como mucho, o más con la reforma de las pensiones, y pensarás: “¿cuánto cobraré cuando me jubile?, ¿llegaré a los 500 euros semicongelados?”, ¿cuánto me queda de vida?, ¿25 años?”. Con la esperanza de vida actual podrías llegar  a los 80 años, aunque a lo mejor con los recortes en sanidad esa edad posiblemente se rebaje, ¿o es eso lo que buscan?

Porque lo que está seguro es que con 55 años será casi imposible encontrar un nuevo trabajo, no lo encuentran los jóvenes ni los de 35 y menos con 40 o 45, ¿cómo es posible que un anciano de 55 o 56 años vaya a encontrar trabajo? Anciano, si, ese ya es el nombre, anciano, porque si una persona de 45 es vieja para encontrar trabajo una persona de 55 es ya un anciano, laboralmente hablando claro, aunque sea una persona muy cualificada, con mucha experiencia, hables 6 idiomas igual que el imbécil de Wert, además de tener un dominio del etrusco a nivel nativo y con ganas de trabajar porque con esa edad todavía no la hemos perdido, es casi imposible que alguien te de un trabajo. Según la EPA del tercer trimestre de 2013 en España hay 556.000 españoles en paro entre los 55 y los 64 años y en puertas de entrar en ese club nada prestigioso otros 563.000 que tienen entre 50 y 54. Más de un millón de españoles cuyo futuro es muy negro.

Raúl, 56 años, lo conozco del barrio desde que llegué hace 25 años. Raúl es soltero y vive en el piso que le dejaron sus padres. Me lo encontré hace unos días y le invité a un café, estuvimos hablando mucho tiempo, desesperación e indignación en dosis iguales, un cóctel que no te deja reaccionar aunque por sus venas corra sangre como la nuestra, “Miedo” se llama el cóctel.

—Estoy paralizado Juan, no sé por dónde tirar”.

Raúl tenía un buen trabajo en una multinacional española, era un cargo de nivel medio en una de las divisiones de la compañía. Hace unos años un ERE lo dejó en la calle. Nos sentamos en el Garnier de Marcelo Usera, una de esas nuevas franquicias que son cafetería, panadería y pastelería, pedimos dos cafés y nos sentamos. Hablamos de los viejos tiempos pero pronto salió el tema, se le notaba con ganas de desahogarse.

—Tres años llevo así, primero el paro y ahora el subsidio, no me han llamado ni una vez, y eso que he enviado currículos hasta para trabajar de vigilante.

Me suelta de sopetón, tiene ganas de hablar.

—¿Los ahorros?..., los ahorros se han esfumado ya, he vendido el coche, apenas dos mil euros —me dice anticipándose a mí pregunta—. Pago 80 euros de comunidad, 50 de luz, 25 de agua, 20 euros de teléfono móvil, no tengo fijo, y así puedo ver el correo por si me llega una oferta… que no llega nunca ¡cojones!, pero… , y como este invierno no pongo la calefacción solo consumo agua caliente, con un aparato de aire me voy apañando, hago la vida en el dormitorio que habilité como cuarto de estar y arrastro el “cacharro” ese de un lado a otro,… ya sabes cómo son de frías estas casas. El salón y la otra habitación las tengo cerradas. Se me ha estropeado la lavadora y ahora tengo que lavarme la ropa en una de esas lavanderías de autoservicio… como los yanquis tío. ¿Te acuerdas que nos preguntábamos por esa manía de los yanquis de no tener lavadoras?, pues ya hemos llegado a su nivel pero en malo.

Yo callado, no sé qué decirle, su angustia se me contagia… pero pienso en mí. Le pregunto:

—¿Pero te da para comer?

Me mira y sonríe.

—¿Comer?, me tiene que dar, con las medicinas —Raúl arrastra un estado de ansiedad severo desde que perdió el trabajo— tengo 230 euros de gastos fijos, me quedan 196 para comer y algunas cosas de aseo propio y de la casa, y acojonado porque no venga ningún extra, ¡joer tío!, hasta mi boca necesita chapa y pintura desde hace tiempo. Cada vez que tengo que sacarme el bono-metro —en Madrid son 12 euros— me lo pienso. Jajaja, ahora estoy muy sano, voy a muchos sitios andando, te acuerdas que no me gustaba andar, ¡pues toma!, andar es sano, dicen... Estuve pensando en visitar polígonos industriales para dejar currículos, pero ¿cómo coño me muevo?.

Yo no sé qué decirle, estoy paralizado de miedo porque me veo reflejado en él.

—A veces he pensado ir al comedor social ese que hay al lado del metro, pero tío, seguro que hay gente peor que yo y me da vergüenza que me vean en el barrio, así te lo digo... o alquilar una habitación, pero me da miedo meter a un desconocido en casa. No sé qué hacer.

Pago la consumición y mientras salimos a la calle le pregunto:

—En casa por lo que me cuentas no tienes internet.

—No, a veces cuando me urge conecto el portátil al móvil pero con cuidado, tengo 500 Mb nada más,  me bajo a la biblioteca o a algún locutorio, estoy apuntado a un montón de páginas de trabajo, pero nada… en la biblioteca hay mucha gente como yo, van a pasar el día allí, leen, navegan por internet… calentitos en invierno y fresquitos en verano y muchos abuelos jubilados pasan constantemente para ir a los baños, los bares del barrio tienen todos el cartelito ese en el que avisan que los WC son de uso exclusivo de los clientes.

Mientras subimos andando Marcelo Usera le digo:

—¡Joder Raúl!, ¿te acuerdas de los baños públicos? —asiente— creo que ya no queda ninguno. No me extraña que las calles se llenen de meadas, si te entra un apretón tiene que pagar un café o hacer pis en la calle, y eso los tíos porque las tías lo tienen más jodido, ¡Menuda mierda!.

Mientras le dejo en el portal de su casa y nos damos un abrazo Raúl me dice

—La edad, la puta edad y esta puñetera crisis de mierda en la que nos han metido, o les hemos dejado que nos metieran, a veces me dan ganas de… —y deja la frase sin acabar mientras mete la llave en la cerradura.

Y allí me quedo con cara de estúpido y llamándome tonto por no saber que decirle. Y Raúl a efecto de las estadísticas y de los psicópatas sociales que nos gobiernan puede dar gracias a la vida, hay gente peor, gente que ha trabajado toda la vida y que por diversas circunstancias no han cotizado lo suficiente para cobrar el subsidio o porque toda la vida han sido autónomos o profesionales independientes y les ha cogido la crisis a contra pie y ahora ni pueden pagar autónomos y no tienen derecho a ninguna ayuda.

Luisa Sánchez, veinte años ejerciendo el periodismo, es compañera de la Unión de Blogueros Progresistas (UBP), veinte años ejerciendo su profesión con dignidad, es de las que se han currado sin componendas las redacciones de periódicos de su ciudad y algunos importantes como La Verdad de Alicante en la que ejerció de corresponsal. A Luisa le pedimos que dejara en su blog una breve historia de su situación, una situación que refleja claramente lo que están pasando en silencio muchos profesionales que casi nunca han estado dados de alta en el Régimen General de la Seguridad Social y si en el de autónomos, porque han trabajado por su cuenta, muchas veces obligados por el empleador o el empresario, hay muchos así.

Es muy interesante leer la entrada de Luisa en su blog Periodista Parada en la que explica su situación y como con 63 años no tendrá derecho a una jubilación medianamente digna y mientras tanto apenas cobra la Renta Activa de Inserción, que tampoco le durará hasta que se jubile. Luisa ahora tiene que cambiar de piso, su casero la echa porque lo ha vendido, ha logrado dar el 50% del primer alquiler y la fianza y está a la espera de conseguir el resto. A Luisa le han cortado varias veces la luz en este año, durante días ha estado sin ella, y su situación es precaria. Ella deja siempre un número de cuenta en su blog por si alguien la quiere ayudar, escribe (y muy bien) a diario y pese a su situación no deja de denunciar todas las injusticias que estamos sufriendo.


Como Luisa y como Raúl hay miles de ciudadanos de mi generación o cercana a ella, como decía en aquella antigua entrada, aunque no por ello menos actual, los que en el 75 estábamos entre los dieciocho y los veintitantos. Ni para ese medio millón de ciudadanos sin futuro, ni para el otro medio que viene detrás habrá futuro mientras esto no cambie y realmente no tengo esperanzas de que cambie, muchos han perdido el tren y otros podemos estar a punto de caernos de él sin darnos cuenta.

11 comentarios:

  1. Recuerdo la historia de aquellos amigos...¿los que se fueron a Argentina?
    La teoría del sock funciona: nos tienen paralizados. El miedo paraliza. El futuro o la falta de él, paraliza. El pensar que podemos entrar dentro de esa estadística en breve, sin que el hijo que espera en casa su primer empleo, paraliza.
    Todos nos vamos reacomodando en un espacio vital que se torna irrespirable.
    Cada vez que alguien pregunta, dónde están esos parados, que no salen a la calle, siempre pienso, tratando de recoger su autoestima del suelo, lamiéndose la dignidad que le robaron dejando una herida que no cura. Sin ánimo. Embotados con ansiolíticos.
    Sin esperanzas, pero con miedo de perder el último rayo que le queda.
    Se me heló la sangre cuando vi a un amigo de facebook al que había perdido la pista, entrevistado en uno de los comedores sociales.
    Todavía tenemos vergüenza de demostrar a nuestros vecinos, nuestros amigos, lo que este gobierno nos está haciendo. El pudor del pobre. Han conseguido que se sienta culpable de serlo.
    Pero he leído que se está organizando una red de autobuses, para que parados de toda España puedan venir a manifestarse.
    El colchón de la sociedad - escaso ya -, que aún no está destruído, se aferra al trabajo que tiene, con uñas y dientes.
    No pierdo la esperanza, de que Gamonal y Mellilla, hayan sido un esfozo, un ensayo de lo que viene.
    Espero que podamos lograrlo.
    Buena entrada, como todas las tuyas.
    Mala para leerla, antes de meterse en la cama.
    Bueno, mejor que no me queje: Yo tadavía tengo una en la que refugiarme, hasta que despunte el día y deba enfrentarme a lo que llegue.

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    1. Gracias Kam, has descrito muy bien lo que piensan y sienten muchos de los que están sufriendo esta crisis incluso los que no estamos en paro. Hay que sacudirse el miedo, que cada día alimentan los malditos políticos y medios de comunicación, y salir a la calle a gritar lo que sentimos contra los que nos hacen padecer. Un abrazo.

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  2. Buenos días, decirte simplemente, que mi hijo, propietario de este blog, http://desordenpolitico.blogspot.com.es/ con 17 años, está viviendo una época que yo, su madre, no la viví, aún proviniendo de padres de posguerra. Ésto es lo que ha hecho florecer la inquietud mental política social, a mi hijo, Espero tengas un tiempo para poder pasarte por él, a ver qué te parece. Gracias por todo y te sigo por facebook SALUD Y REPÚBLICA, soy artesana republicana

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  3. Gracias por el comentario. Con mucho gusto leeré Desorden Político, en la concienciación política, que no adoctrinamiento, de los jóvenes está el futuro, algo que olvidamos durante muchos años. Salud y República.

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  4. Magnifica entrada Juanvi, como todas las tuyas aunque esta me toca más de cerca porque me haces protagonista de una historia que sufrimos muchos millones de personas, casi doce si los números no mienten, el 28% de la población en una situación desoladora, mientras los corruptos desvergonzados nos roban a manos llenas. Gracias Juanvi, mil gracias por tu sensibilidad y solidaridad.

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  5. Comparto lo que dices Juan. ¿Salir de la crisis? ¿Por qué iban a querer salir de la crisis los que dulcemente se han instalado en ella? Enhorabuena por la entrada.

    Un abrazo, @adriantsn

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  6. Nunca podré dar suficientes gracias a mis padres por su empeño -jamás imposición- en que sus hijos estudiásemos. Represaliados por sus ideas, simplemente por pensar distinto y no ser meapilas, la vida no les fue fácil; su muerte demasiado temprana fue el reflejo de los padecimientos sufridos por el padre de los que ahora mandan.
    Leer el post de Juan es estremecerse. Es el fiel retrato de esta terrible actualidad. Los que anduvimos en el entreacto de la muerte del dictador y la pseudodemocracia y su monarquía impuestas, y después hemos logrado la meta profesional deseada, criar a nuestros hijos, procurarles unos estudios universitarios -un porvenir al fin y al cabo-, jamás podíamos pensar la vuelta de calcetín que iba a producirse en nuestras existencias.
    Cierto es que la cuerda ha sido exageradamente tensada y amaga con romperse. Y va a ser esta la única solución. El PSOE vendió demasiadas mentiras y nos envolvió en sueños de democracia, libertad e izquierda. La venda se cayó y casi lastima nuestros pies del enorme batacazo.
    Solos estamos. Este sistema no puede arroparnos ni nosotros queremos este abrigo falso y sin alma. Es la frialdad del infierno. Y si solos estamos solo nos tenemos a nosotros mismos. Gamonal lo demostró. Por ahí hemos de ir. Si conseguimos que a nuestro andar se sumen los atomizados partidos de izquierda y confluimos con los movimientos sociales todos, la batalla la habremos ganado. Después tendremos que ganar la guerra, pero el aperitivo estará servido.

    Enhorabuena, querido Juan,

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    1. Gracias amiga, es verdad que nos vendieron muchas mentiras pero también es verdad que nos las tragamos, muchos sabiendo en nuestro interior que no estaba claro. Unos veíamos hace tiempo que esto no marchaba y en silencio asistíamos al comienzo del desastre. Que no se te ocurriera decir entre un grupo de amigos que aquello iba encaminado al desastre, en 2000 discutí sobre el tema una noche entera. En 2005 lo tenía claro, iba a estallar como estalló, lo veía a diario a mi alrededor. En cuanto a democracia, nunca tuve seguro que en España hubiera una democracia real, si acaso un "estado de libertades" , que viniendo de donde veníamos, hasta nos parecía bien. Ahora después de todo, seguimos sin democracia real y el estado de libertades hace agua por todos los lados.
      Un abrazo y gracias otra vez.

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  7. Juan, comparto desde la primera hasta la última todas y cada una de tus palabras.
    Un abrazo.

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  8. Hace más de un año de esta entrada y la cosa no ha cambiado a mejor. Comentas el ejemplo de los mayores de 65. En mi caso tengo 32, como un iluso me lancé a estudiar de "mayor", a los 25, para tener un futuro mejor... hoy soy un ingeniero acobardado porque mi mujer no se quede embarazada en un descuido, porque continúo pidiéndoles dinero a mis padres para comprar ropa y ando remendando pantalones y botas para tirar con ellos unos meses más. Por supuesto no hemos puesto la calefacción en invierno en Pamplona. Para comenzar a cotizar he montado una frutería (comida no falta) y trabajo de 8 a 22:00 de lunes a sábado por menos de 500€ el mes bueno, viendo cómo se me va todo en recogida de basuras, la p*a zona azul de la furgoneta, irpf ¡cómo es posible que ganando 4000€ en todo el año pasado pague casi 500 de impuestos... me tengo que arreglar la boca y voy acojonado con la espalda que me deja doblado de mover kilos de fruta. Son las 21:00 me voy a hacer repartos...

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    1. Gracias por el comentario, en el posteo me refería a los mayores de 55 años, mi generación, pero la situación es parecida para los jóvenes que buscan su primer empleo o para los que estáis en esa frontera entre la juventud y la madurez, es mala para todos. Me cuentas tú situación y hablas de que estás acobardado, quizás ese sea el objetivo tener a la gente acobardada, que no protestemos, que tengamos miedo de perder ese pequeño estatus mal pagado para sobrevivir o malvivir. A pesar de las trompetas triunfales la situación no ha mejorado nada en un año y sin querer ser pesimista creo que está peor.
      Un saludo y suerte.

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