miércoles, 22 de enero de 2014

EL SECUESTRO DEL SANTA MARÍA. UNA ACCIÓN OLVIDADA DE LA OPOSICIÓN AL FRANQUISMO - 1/5




En la madrugada del 22 de enero de 1961, pocas horas después de salir del puerto de Curaçao, un comando del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL) toma al asalto el puente,  la cámara de radio y los camarotes de los oficiales del trasatlántico de bandera portuguesa Santa María. Con ciertas dificultades se hacen con el control de la nave convirtiéndose esta acción en el primer secuestro de la historia de un buque con pasaje por causas políticas.

El comando estaba formado por veinticuatro hombres, algunos exiliados y la mayoría emigrantes en Venezuela, de nacionalidad portuguesa y española (gallegos en su gran mayoría) y comandados por una triunvirato formado por el republicano galleguista, Xosé Velo Mosquera (también conocido como Carlos Xunqueira de Ambía), que era el responsable político de la operación y uno de los dos Directores Generales del DRIL junto con el ex general portugués Humberto Delgado; el ex-capitán del ejército portugués, Henrique Galvão, y el ex-teniente de navío de la Marina de la República Española y ex miembro del PCE, Xosé Fernández Vázquez (también conocido por Comandante Sotomayor o Jorge de Sotomayor), estos dos últimos como comandantes generales o responsables militares. La acción fue bautizada por el DRIL como Operación Dulcinea y tras la toma del barco cambiaron su nombre por el de “Santa Liberdade”.


Este grupo de hombres solo tenían en común la oposición frontal a las dos dictaduras que gobernaban la Península Ibérica, el desencanto por el inmovilismo de la oposición a los dos regímenes en el exilio y la decisión inquebrantable de iniciar una revolución armada y directa para derrocarlos. Entre ellos había diversas ideologías; marxistas, anarquistas, galleguistas, anti-imperialistas e incluso gente de derecha moderada que en el caso portugués además de haber colaborado con el salazarismo eran anti-comunistas furibundos, como Galvão, que era colonialista,  y el ex-general Humberto Delgado, todo muy al estilo de algunos de los movimientos revolucionarios latinoamericanos de la época, lo que a la larga planteó muchos problemas durante el secuestro y posteriormente produjo la disolución del DRIL antes de que terminara 1961.

El Secuestro del Santa María fue un acto contra los regímenes dictatoriales de corte fascista que gobernaban la Península Ibérica y su repercusión internacional fue notable desde un punto de vista político e informativo. Durante el tiempo que duró llegó a intervenir la ONU y EEUU comandó la búsqueda y captura del buque y las negociaciones con el DRIL, el Presidente John F. Kennedy, que apenas dos días antes había jurado su cargo, recibió así su bautizo en una crisis internacional. Así mismo los más importantes medios de información del mundo se hicieron eco del secuestro, enviaron corresponsales a la zona y realizaron un seguimiento diario de la situación durante las casi dos semanas que duró y sobre todo durante los días que duraron las negociaciones entre los Norteamericanos y el DRIL.

El Santa María era una de las joyas de la marina mercante portuguesa, junto con su casi gemelo Veracruz, y pertenecían a la Companhia Colonial de Navegação. El buque tenía 200,67 metros de eslora, 25,05 metros de manga y 9,60 metros de calado, 20.000 toneladas de registro bruto, 20.000 caballos de potencia y 20 nudos de velocidad de navegación. Su maquinaria estaba formada por dos grupos de turbinas, 2 grupos electrógenos y 2 turbogeneradores. También estaba equipado con dos emisoras de onda corta y media, receptores, radar, radiogoniómetro de onda media, sonda ultra-sonora para pequeñas y grandes profundidades, radioteléfono, pick-up y receptor para todas las ondas. Tenía capacidad para 1.296 pasajeros y 350 tripulantes. Lo más puntero de la tecnología naval en aquellos tiempos.
El Santa María amarrado en la Estación Marítima del Puerto de Vigo
El buque cubría de forma regular la ruta Vigo, Lisboa, La Guaira (Caracas) con escalas en Funchal (Madeira), Santa Cruz de Tenerife y Curaçao haciendo también escalas puntuales en Puerto Rico y Port Everglades (Florida). En el momento del secuestro viajaban 612 viajeros y 350 tripulantes. Los viajeros eran de varias nacionalidades, incluyendo un grupo numerosos de  estadounidenses y algunos holandeses y británicos, que viajaban en primera clase, aunque la mayoría eran portugueses y españoles (canarios y gallegos principalmente) procedentes de la misma Venezuela  o de algún otro país de Latinoamérica, casi todos emigrantes, unos de vacaciones y otros de regreso definitivo a su tierra con mejor o peor suerte en su “aventura” Latinoamericana.

La prensa española desvió la atención e hizo pasar el hecho como un acto de piratería que incumbía solamente a Portugal, obviando las reclamaciones políticas de los secuestradores y la nacionalidad española de una parte del comando y a pesar de que la prensa internacional presentaba el secuestro como una acción de un grupo de españoles y portugueses contra las dictaduras de Franco y Salazar. Interesante a este respecto el artículo de Armando Recio García en la Revista Historia y Comunicación Social de 2005 titulado "El secuestro del Santa María en la prensa del régimen franquista".

No obstante cuando finaliza el secuestro algunos periódicos dejan entender la presencia de españoles entre el comando como en el número de Blanco y Negro (ABC) del 11 de febrero de 1961 en donde se publica una entrevista del enviado especial Manuel Menéndez Chacón, con profusión de fotografías, y titulada: “Al habla con los Piratas”. En las páginas 10 y 11 del citado semanal y en grandes letras Manuel Menéndez Chacón asegura: “No era Galvão el Jefe Supremo a bordo del Santa María”. En las mismas páginas y al pie de una fotografía de Xosé Velo, Galvão y Soutomaior se puede leer lo siguiente:

Xosé Velo, Henrique Galvão y Jorge de Soutomaior. (Blanco y Negro 11/02/1961)

“EL “ESTADO MAYOR” DE LOS PIRATAS. — El jefe supremo de los asaltantes del “Santa María” no era el ex capitán portugués Galvão (en el centro), sino Carlos Junqueira de Ambía (nombre de guerra de Xosé Velo), “director general” de la banda. A la derecha, Jorge de Sotomayor, antiguo marino español, que ostentaba, como Galvão, el grado de “comandante general”, ambos a las órdenes de Junqueira. Sotomayor tenía a su cargo el mando técnico del buque.” (sic).

La mayoría de los guerrilleros embarcaron el día 20 en La Guaira (Caracas), algunos de forma clandestina porque los fondos con los que financiaron la operación no llegaban para comprar todos los pasajes (costaban 2.000 dólares de la época), la compra de armas en el mercado negro y los demás gastos de planificación. Soutomaior cuenta en su libro “24 homens e mais nada. A captura do Santa María” (Abrente Editora. Octubre, 2010), las dificultades que tuvieron para conseguir la financiación necesaria para llevar a cabo el plan. Él mismo tuvo que aportar 12.000 bolívares y muchos de los participantes tuvieron que empeñar o liquidar todos sus bienes para comprarse el pasaje y algún arma.

Camilo Tavares Mortágua, uno de los hombres de confianza de Galvão, habla sobre este tema en la película documental “Santa Liberdade” de Margarita Ledo Andión (2004): “Nosotros éramos todos pobres, necesitábamos comprar armas, aunque fuese para meter miedo, era necesario comprar billetes, que eran muy caros, el problema era que había que preparar a la gente sin que supiera para que les estábamos preparando. Se consiguió dinero para comprar algunas armas y también para comprar algunos billetes, pero había un grupo de ocho o diez compañeros que tenían que subir a bordo clandestinamente”. Federico Fernández Ackerman, hijo de Soutomaior y que también formaba parte del comando, comenta en la misma película que: “El dinero salió en parte de las arcas de mi padre, porque estaba en mejor situación económica que todos los demás… muchas de las armas eran regaladas.


Camilo Tavares Mortagua en 2004


El embarque de Xosé Velo fue toda una odisea, como no tenía pasaporte español ni venezolano tuvo que embarcar de incógnito. Hay dos versiones sobre la forma en la que accedió al buque:  Soutomaior cuenta que subió con muchas dificultades con un salvoconducto para despedir a su hijo pequeño, Victor Velo, que formaba parte del comando y tenía pasaje, escondiéndose en uno de los camarotes de los guerrilleros hasta la salida del barco. Sin embargo el historiador Xurxo Martínez Crespo, que tradujo al gallego el libro de Soutomaior, dice que decidieron comprar un pasaje a nombre de Lino Velo, su hijo mayor, una vez embarcado Xosé Velo sube al barco usando el salvoconducto de visita, cambian las fotos del pasaporte de su hijo y este desembarca quedándose a bordo el padre.

Henrique Galvão y otros tres portugueses embarcaron en Curaçao; a donde volaron dos días antes. Galvão no podía embarcar en Caracas ni comprar un billete a su nombre ni ser visto en La Guaira; era muy conocido en Venezuela, por que su llegada a Venezuela, como exiliado, desde Argentina había sido todo un acontecimiento y por haber sido el portavoz del DRIL en las ruedas de prensa en las que se reivindicaron una serie de atentados que se produjeron en España en febrero y junio de 1960 (de los que hablaremos más adelante) y quería evitar cualquier tipo de problemas en el acceso al navío.

El armamento, al contrario de las muchas versiones que se publicaron, subió en los equipajes de los guerrilleros que tenían pasaje. Lo que si es cierto es que no había armas para todo el personal, esperaban poder conseguir más en el armero del barco, donde les informaron que había armas automáticas aunque al final no era del todo exacto. También llevaban en las maletas unos uniformes, diseñados con el asesoramiento de Galvão, que deberían vestirse antes de comenzar el asalto.

El día 21 llegó el Santa María a Curaçao. Soutomaior acompañado de dos compañeros se acercan al Hotel en donde han dormido Galvão y sus acompañantes con el fin de ultimar el plan de ataque, parece que ahí comenzaron los desacuerdos y salieron en dirección al barco solo con la hora decidida, la una de la madrugada. Al llegar la hora y después de una fuerte discusión de Soutomaior y Galvão sobre la forma de tomar el puente, Soutomaior quería tomarlo por babor y estribor y Galvão solo por babor, el plan estuvo a punto de romperse, parece que la intervención de Velo y algunos portugueses evitó que el plan acabara ahí. A la 1:45 de la madrugada se inicia la operación.

Según Soutomaior se dividieron en cinco grupos de tres guerrilleros con un jefe de grupo, cuatro guerrilleros que no llevaban armas quedaron para vigilar y cerrar las escaleras de acceso al llamado “Ponte do Sol” en donde estaban los camarotes del Capitán del barco, Mario Simões Maia, el segundo y los oficiales. Dos grupos deberían acceder al citado “Ponte do Sol” y detener a los oficiales, los otros tres grupos tenían como objetivo inicial tomar la “Estación T.S.F.” (la radio) y los dos restantes asaltarían el Puente de Mando y cerrarían el acceso desde el “Cuarto de Derrota” al alojamiento de los oficiales.

La “Estación T.S.F.” se toma sin problemas, los grupos destinados a los camarotes de los oficiales a pesar de algunas resistencias y un pequeño tiroteo también cumplen su cometido pero no pueden detener al Capitán que se encierra en su camarote. En el Puente de Mando se producen problemas, las luces están apagadas, por la noche siempre es así para asegurar la visibilidad de la proa, se encuentran con resistencia, parece que algún oficial llevaba armas y el tercer oficial arremete contra un guerrillero, hay un intercambio de disparos, cuando encienden la luz se encuentran en el suelo a tres personas en un charco de sangre. El tercer oficial está muerto, otro oficial y un marino quedan heridos. Nunca se supo a ciencia cierta el nombre del que mató al tercer oficial, solo Soutomaior en su libro se atreve a nombrar a un guerrillero portugués muy joven e inexperto, quizás como disculpa del error en la planificación de la toma del puente desde babor y estribor.

El Capitán desde su camarote ordena parar la máquinas y que cierren el acceso a ellas, pero Soutomaior le conmina a entregarse a Velo y Galvão. Posteriormente logran acceder a la Sala de Máquinas amenazando al maquinista con tomarla por asalto. Solo han pasado 45 minutos y el Santa María ya está en manos del DRIL.

¿Y ahora qué?, ¿cómo acabó el secuestro?, ¿cuál era el objetivo del Comando del DRIL?, ¿Quiénes era sus líderes, sus circunstancias y las vicisitudes que les llevaron a realizar la acción?.

Seguir leyendo

11 comentarios:

  1. ¡Qué interesante historia, Juanvi! Y cuántas historias nos hurtó la censura franquista, nunca había oído hablar de este hecho, ni que lo comentasen en mi casa, donde cualquier acción contra el franquismo era siempre celebrada, y aunque era una niña cuando sucedió esto, recordaría los comentarios familiares, de haberse enterado. Magnífico posteo del que espero con impaciencia su continuación, los detalles y el desenlace que, me temo, no será de mi agrado por muy bien que lo cuentes, dado cómo se las gastaban ambas dictaduras.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Luis, yo tengo pocos recuerdos de esos que se le quedan grabados a los niños, tenía 5 años. Mi padre intentando sintonizar en una Radio Grunding de Válvulas, que todavía está por casa, alguna emisora, caribeña supongo, a la búsqueda de noticias. La imagen infantil del Pirata Galvão, como le llamaban en la radio española, yo lo imaginaba como al Capitán Garfio. Pero después he ido descubriendo datos muy emocionantes, más que los del secuestro en si y que os iré contando. Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Mi bisabuelo iba en el Santa María después de embarcar en Caracas rumbo a España. El llegó a Vigo el 13 de Febrero de 1961 a bordo del Veracruz.
    Yo lo conocí hasta mis 13 años y siempre nos contaba sus historias "reales" de su amigo " Galvao y aquellos días por el caribe". En casa hay recuerdos del viaje cómo pasajes, minutas del día, membretes de cartas...y tuvimos la suerte de que el fué la portada del ABC del día 14 de febrero el día siguiente a la llegada a Vigo, abrazándose a mi abuela y con la atenta mirada de mi madre.
    Este es el link de la hemeroteca en ese día:
    http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1961/02/14/001.html
    Darte un millón de gracias por recuperar una noticia de la historia pasada de éste páis por mucho que los de la época no quisieran reconocer.
    Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    2. Muchas gracias Jose, yo soy de Vigo y de origen Canario. Gallegos y canarios eran la mayor parte de los españoles que iban en el Santa María. De la historia solo tenía el recuerdo de mi padre escuchando aquellas radios de válvulas, los "cuchicheos" con mi madre, tenía cinco años, y el nombre de Galvão, Es una vergüenza que en España no se conozca este suceso que es parte de nuestra Historia. En Portugal, sin embargo, es una historia muy conocida y se han publicado muchos libros sobre el hecho. Gracias por el enlace, me bajé muchos enlaces del ABC pero esta no la tenía. Un abrazo.
      Por cierto, si te interesa tengo preparadas otras tres entradas. Dos continuando el secuestro y una sobre el DRIL y sus líderes.

      Eliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Juan, que gran entrada. Qué historia más interesante y bien contada. Los revolucionarios de antes como los de ahora. Antes empeñaban todo ¿y ahora?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahora sin subvención del imperialista de turno no mueven el culo. A pesar de todas las acusaciones, en las que los acusaban de estar financiados por Cuba, Moscú, Yugoslavia y hasta incluso se habló de Marruecos y algún líder negro africano, tuvieron que rascarse su bolsillo, si esas financiaciones fueran ciertas el secuestro hubiera terminado de otra forma. Un abrazo y gracias.l

      Eliminar
  6. Sobre esta acción antifascista, vean también:
    http://www.navegar-es-preciso.com/news/el-secuestro-del-santa-maria-por-el-dril/

    ResponderEliminar
  7. hoy 21 de enero 2017, hace 56 años del evento, lo recuerdo

    ResponderEliminar