sábado, 8 de noviembre de 2014

JOSÉ ANTONIO MONAGO. LO QUE SE ESTÁ MURIENDO SE NIEGA A MORIR.


José Antonio Monago, "emocionado", en la apertura de la Convención del
 Partido Popular sobre buenas prácticas en los gobiernos autonómicos.
Decía ayer en una red social que últimamente, cuando escucho a algún políticos con el culo institucionalizado en el sillón y la cara más dura que una roca, me tengo que poner en modo Monty Python para evitar sacar de debajo del colchón el AK-47 y echarme al monte. Y es que uno no es violento pero para escuchar tal sarta de mentiras, estupideces, y argumentarios, que solo se tragan los Fanboys de turno, hay que armarse de paciencia.  Decía el poeta Neruda que “Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano” pero me permitirá el poeta de Parral decirle que a veces es difícil retenerse. Señor, dame paciencia porque como me des fuerza les pego una hostia.

No acababa de digerir la entrevista, que el jueves por la mañana, le hizo Pepa Bueno a Esperanza Aguirre, cuando esta mañana escucho a primera hora al coordinador de Izquierda Unida de Extremadura decir que no van a pedir la dimisión de Monago. A última hora de la mañana el Presidente del Partido Popular de Extremadura, en rueda de prensa, pasa al ataque porque han sacado a la luz 32 viajes en 18 meses a Canarias cuando era senador. Si la vergüenza ajena que sentí al escuchar a Esperanza Aguirre al hablar de regeneración democrática y bla, bla, bla... llevó al máximo nivel permitido mi “pacienzometro” lo de Monago hizo que se encendiera la luz roja y a punto estuvo de estallar. ¡A tomar por culo Neruda y la paciencia!, perdón poeta, no va contigo.

El creador de la frase “Cataluña pide Extremadura paga” se marcó 32 viajes a Canarias entre 2009 y 2011,  pagados por el Senado y seguro que en Bussiness. Dicen, que no lo digo yo que lo dice ella, que iba a Tenerife a visitar a una militante del Partido Popular de Canarias con la que tenía una relación, y ya se sabe cómo son las canarias, que con ese “mi niño” te roban el corazón y máxime si vienes de esa tierras tan duras y extremas, patria de conquistadores. Pero ¡ojo!, esa es su vida privada, como reclama Monago. Vida privada a cuenta de todos, claro. A mí, a estas alturas me da igual lo que hacen sus señorías, ellas y ellos, con sus vidas privadas, cada uno hace lo que puede o le dejan, pero yo no tengo que pagar sus ocios privados y si le pedíamos al ex Rey cuentas por esos dispendios públicos con la falsa princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein también se las pedimos a Monago, faltaría más.