jueves, 18 de octubre de 2012

EL EXTRAÑO CASO DE MARIANO Y ARTUR.




Todos los personajes que aquí aparecen son ficticios, así mismo como los sucesos que se narran, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Una noche del mes de agosto, Sanxenxo,  Mariano y Elvira están sentados a la mesa de su casa de la villa “mariñeira” y “fariñeira”, de la Provincia de Pontevedra, reducto veraniego de los cachorros y ya no tan cachorros del partido de la Gaviota. Dan cuenta de una gran centolla de la ría, una botella de albariño encima de la mesa. No hablan, solo comen, enfrascados en sus pensamientos, Mariano pensando en Ángela y el sueño húmedo que tuvo la noche pasada con ella. De repente en un móvil suena el “ondiñas veñen” y Mariano da un salto.

—Coño Elvira, ¿será Ángela?
—No creo Mariano, tus obsesiones con la alemana me están empezando a mosquear, no sé que le has visto. Anda coge.

— ¿Diga...? ¿quién...? ¿Quién es? ¿Digin? ¿qué coño es digin? - dijo mientras tomaba un sorbo de vino.
— ¡Coño! Arturo..., jeje digo..., Artur. ¿Qué pasa? Es que hablas así como raro, dime, dime. Te invitaría a una centolla pero por “guasssap” no te lo puedo enviar, jeje, dime...
— Sí..., Sí..., humm... ¡Joer que tropa...! Eso no lo voy a permitir, no te preocupes que nosotros te ayudaremos en todo, pero sin que lo parezca, amoss a ver Arturo, jeje..., Artur, tranquilo que mañana te llamo y te digo algo.

Mariano, que a estas alturas tenía abierta la boca como en una risa bobalicona pasando la lengua repetidamente sobre el labio superior, se guiñó un ojo a si mismo con astucia  mientras oía la voz de Artur y después de algunas explicaciones más se despidió de él.

— Nada Arturo, jejejeje, digo Artur...
— ... Mariconazo tú, jajaja. Adeu, digooo... Adiós.
— ... Para esos estamos, lo has hecho en Cataluña mejor que yo en España, una abraçada, digo..., un abrazo, jeje.

Apagó el móvil y se quedó pensativo. Se dirigió a la mesa, se sirvió otra copa y siguió mojando pan en el caparazón de la centolla.

— ¿Qué pasa Mariano? — dijo Elvira mientras chupaba una pata del centollo.
— Nada Elvira, tu sigue chupando…  la pata digo, jeje,  tú a lo tuyo

A la mañana siguiente, después de la caminata de 32 km por la playa de Sanxenxo seguido por seis guardaespaldas cachas y guapetones volvió a la casa y disfrutó de un opíparo desayuno en el que no faltó el buen vino del país, se encerró en su despacho y llamó a Soraya.

— ¡¡Sorayita!! Buenos días...! Si, en Sanxenxo…, hoy no tengo en la agenda ninguna de esas visitas por aldeas que me meten estos del partido en Galicia.

Durante una hora habló con la vicepresidenta le contó la conversación con el president y le explicó el plan que habían diseñado, más bien que le había insinuado Artur y había hecho suyo. Cuando terminó la conversación estaba satisfecho encendió un habano, y se sirvió otra copa de vino de la hielera que tenía constantemente a lado de la mesa de nogal. Pensó que la idea de Artur podía ser fundamental para apagar las protestas que se preveían para el otoño. Por lo menos para que los españoles pensaran menos en recortes y rescates. Abrió el Marca y mientras degustaba el vino y el aroma del puro pensó que a lo mejor todo saldría mejor de lo que esperaba. Ese día jugaba la selección de baloncesto en las Olimpiadas y quería dejar cerrado el tema antes de que lo televisaran. Levantó el teléfono de mesa, instalado por la seguridad de Moncloa, y una secretaria atendió rápidamente la llamada.

— Páseme inmediatamente con el Presidente de la Xunta

Mientras esperaba, Mariano intentaba recordar la voz de la secretaria, no por que le interesaran mucho, si no porque corría el rumor que una de ellas estaba liada con uno de sus asesores, un supernumerario del Opus con mucha gomina en la cabeza y que apuntaba alto.

— ¡Hola Presidente!, jeje... Muy buenos Alberto, muy buenos, pero mejor el vino..., ¡espectacular!, ahora mismo estoy degustando una botella - y bebió un sorbo del maravilloso caldo.

— Mira Alberto, tienes que convocar elecciones ya, esto se va a poner muy feo, tenemos informes de que Vázquez quiere convocarlas para el 21 de octubre y así las hacemos coincidir, sabes que no me gusta especular, jeje..., Es posible que en Cataluña también, aunque por desgracia no podrán ser en octubre. Se van a producir unos acontecimientos, que controlados como Dios manda, nos pueden venir muy bien en Galicia, donde no podemos permitirnos perder las elecciones.

Mariano escuchó con gesto de impaciencia al Presidente Gallego y volvió a intervenir en la conversación.

— Nada Alberto, lo que yo te diga, convoca ya, prepáralo todo, el informe que me pasaste la semana pasada lo dice muy claro, los socialistas están destrozados, no tienes más que verle la cara a Alfredo, el Bloque desgajándose, mi amiga Rosita no se va a comer una rosca después de meterse con los gallegos, es el momento Alberto, ¡los cogemos con la guardia baja…!

Mientras seguía escuchando, sorbió dos o tres veces de la copa de vino y volvió a impacientarse.

— Amosss a ver, soy el Presidente del Partido, y el de España, hazme caso, no es una sugerencia, no me discutas prepárate para convocar el 21 de octubre. No hay más que decir, mañana te llamará Soraya y Dolores para atar cabos, bueno..., mejor Dolores que no sepa nada, últimamente se le suelta mucho la boca, jeje. 

Un poco enfadado escucho a su interlocutor, pero le cortó de inmediato.

— No te preocupes, lo tengo todo calculado, en Galicia arrasarás, el pobre Basagoiti no tiene nada que hacer, pero menos Patxi, jejeje, según las encuestas sin cocinar que tenemos, ganarán los etarras y eso creará más preocupación, lo cual nos interesa. Adiós Alberto..., y cuando quieras puedes mandarme más marisco y albariño que estaba muy bueno, Elvira se ha empeñado en traer un camión de tuppers y estoy cansado de filetes empanados, croquetas caseras y tortilla.

Colgó el teléfono y tras servirse una enésima copa de vino llamó por su teléfono directo

— President…. jajaja, soy el Presidente, buenas Arturo, digo Artur, que ya está todo arreglado,  habla con Sorayita y ella te explicará. Vete pensando quien agitará el árbol en tu partido, yo ya tengo pensados a los míos.

Escuchó atentamente al President y cuando terminó de hablar le contestó:

— No te preocupes por él, le ofreces una suite a perpetuidad en el Palace de Barcelona y aceptará..., jajajaja, President, jeje..., una abraçada, digo..., un abrazo, jeje.

Mariano se estiro en el sillón, cogió un bolígrafo y empezó a escribir una lista mientras la recitaba en voz alta:

Esperanza, Alejo, Wert, Gallardón..., humm, tendría que llamar a Pedo Jota, ¿a ver...?, sí le llamo yo. Somoano, Bieito..., ¡ah! se me olvidaba Paco Marhuenda, bueno después sigo, me apetece  leer el As. 

Se levantó de la mesa, se quito las zapatillas, se recostó en el sofá con el As en las manos, a las 12 de la mañana se echó la siesta del burro y volvió a tener sueños humedos con Ángela.


Espiando a Mariano en Sanxenxo un día de agosto de 2012. I AÑO MARIANO

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