lunes, 14 de abril de 2014

EL SECUESTRO DEL SANTA MARÍA. UNA ACCIÓN OLVIDADA DE LA OPOSICIÓN AL FRANQUISMO - 4/5

Viene de: "El Secuestro del Santa María. Una acción olvidada de la Oposición al Franquismo. ,   y


“Un avión de patrulla de Estados Unidos encontró en medio del Atlántico el barco portugués Santa María en poder de unos rebeldes, les dijeron que se dirigían a la colonia portuguesa de África occidental de Angola. Su captor, el capitán Henrique Galvao, negó la petición de cambiar el rumbo y dirigirse a Puerto Rico. Ahora, si el tiempo lo permite, el buque se mantendrá a la vista de los aviones patrulla estadounidenses hasta que sea interceptado o toque algún puerto” (1:01) “Tras el avistamiento se produjo una reunión entre el Departamento de Estado y el Pentágono para dictaminar si la toma del barco podía considerarse un acto de piratería. Las autoridades consideran que dictaminar que se había cometido piratería solo puede hacerse una vez interceptado este y abierta una investigación”. (1.203). 26 enero de 1961 Cronología diaria del NYT de la Biblioteca y Museo presidencial de John F. Kennedy

El piloto estadounidense les transmite por radio que el almirante Robert Dennison, comandante en jefe de la Flota del Atlántico de Estados Unidos, les ordena dirigirse al puerto de San Juan de Puerto Rico, Galvão le responde que no aceptan órdenes de autoridades extranjeras y que si les intentan atacar no se entregarían; preferían hundir el barco antes, sin embargo estarían dispuestos a “conferenciar a bordo de la Santa María con autoridades norteamericanas”, negándose a hacerlo con autoridades portuguesas y españolas.

Reflexionan sobre lo que puede pasar a partir de ese momento, ellos navegan a 20 nudos en dirección a África y a esa velocidad no creen que se pueda hacer un abordaje, la posibilidad de una colisión provocada hundiría los dos barcos. También piensan en la posibilidad de que bombardeen el buque para dejarlo sin gobierno e intentar un abordaje en el que 24 hombres mal armados poco tendrían que hacer, pero en el que se podría producir una carnicería también en el pasaje. Quedan a la espera del desarrollo de los acontecimientos vigilados permanentemente por un avión de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos que periódicamente es reemplazado.

Henrique Gãlvao

A partir de la localización del buque se avivan antiguos problemas entre los portugueses y los españoles del comando y se manifiestan las diferencias de criterio entre los tres comandantes con el agravamiento de que, según Sotomayor, Velo y Galvão ni se dirigían la palabra desde antes del secuestro por diversos desencuentros en la planificación de la acción, la enemistad entre los dos llega a tal punto que, a pesar de que Velo aparece junto a Gãlvao en la rueda de prensa que dan después del secuestro y de que en la entrevista a los tres miembros del Estado Mayor del DRIL a “Blanco y Negro” aparece como el “Director General de la banda”,  Henrique Gãlvao en su libro “Santa María, My Crusade for Portugal” (publicado en 1961 por The World Publishing Company de Ohio 1961) solo hace referencia a él en la página 179 cuando relata la subida al barco de los miembros del comando. Según el libro de Gãlvao él era el Comandante en Jefe y Sotomayor su mano derecha, sobre todo en cuanto a navegación; cuestión que es totalmente desmentida por el gallego en “24 Hombres y nada más” y en “Yo robé el Santa María”.


Xosé Velo (Xunqueira de Ambía) entre dos comandos del DRIL

Miguel Urbano Rodrigues periodista, escritor, diputado y eurodiputado por el PCP y miembro del DRIL que subió cercano ya el desenlace al barco, como contaremos más adelante, dice en una entrevista al periódico portugués “Alentejo Popular”: “Pronto me di cuenta de que Velo y Soutomaior eran los verdaderos líderes del DRIL”. Camilo Mortagua Taváres dice en “Santa Liberdade”: “Sotomayor era un hombre de navegación, él sabía de navegación y era, de hecho, el comandante de la nave, sin embargo la transmisión de poderes fue entre el capitán del barco y Gãlvao porque era portugués, pero en la parte de navegación el comandante era Sotomayor, pero Gãlvao, suponiendo que el barco fuera un país, se encargó del papel de Ministro de Relaciones Exteriores

El DRIL al cancelarse el silencio de radio había emitido diversos comunicados, incluido a la O.N.U., Gran Bretaña, Francia, etc. en los que se explicaba que un comando a las órdenes de Soutomaior, Galvão y Junqueira de Ambía (Xosé Velo) había tomado el mando del Santa María en la llamada operación Dulcinea y que de esta forma querían denunciar las Dictaduras de corte fascista que gobernaban la Península Ibérica y que el hecho debería tomarse como un acto insurreccional dentro del territorio portugués; pero el General Humberto Delgado, desde Brasil, informa que el plan del secuestro es responsabilidad suya y nombra a Galvão General en Jefe de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire de Portugal y lo firma como Presidente electo de la República Portuguesa, obviando al DRIL y no cumpliendo los pactos acordados anteriormente. Esta declaración hace que Galvão se crezca al aparecer ante las autoridades y la opinión pública como la cabeza visible del secuestro y comienza a tomar decisiones sin consensuar con los otros dos comandantes y la tensión y la desconfianza crece entre ellos.


General Humberto Delgado
Los pasajeros del Santa María eran de nueve nacionalidades, 239 españoles, 179 portugueses, 87 venezolanos, 44 holandeses, 35 norteamericanos, 4 cubanos, 1 brasileños, 1 panameño y 1 italiano. Resulta curioso que en la prensa española se leyeran titulares como “Portugal vive horas de dramática angustia por los pasajeros y tripulantes portugueses” y no se hiciera referencia con el mismo dramatismo a los más de  250 españoles que viajaban en el barco, incluidos los 14 miembros de la tripulación. Curiosa resulta también la ausencia de declaraciones oficiales sobre el secuestro, incluidas las del cuerpo diplomático con su Ministro a la cabeza, hasta el final del secuestro. Fueron tantos los rodeos y añagazas informativas que el régimen y sus medios usaron para ocultar que España era también objetivo de la acción que algunos españoles, acostumbrados a leer entre líneas, supieron o sospecharon que había algo más que un secuestro pirata de un barco portugués.

Desde la localización del buque comienza un intercambio de radiogramas entre el Almirante Dennison y Galvão. El comando ponía sobre la mesa como condiciones: el desembarco del pasaje, en alta mar o en un puerto brasileño, el reconocimiento de sus denuncias contra las dictaduras Ibéricas, el abastecimiento de agua y combustible y la posibilidad de volver a hacerse de nuevo a la mar. El día 28 por la mañana amanecen sin escolta aérea, por la noche se enteran, por los teletipos, que Brasil había prohibido usar el aeropuerto de Recife para estas operaciones porque no habían pedido autorización para ello. Sin embargo Brasil pone en alerta a su marina y aviación.

Mientras, el Gobierno Portugués declara que: “Los hombres que se han apoderado del trasatlántico no son ni políticos ni idealistas, son solamente hombre fuera de la Ley” y que “No es de creer que la llamada oposición de Portugal tenga algo que ver con el acto cometido por esa banda de piratas de las Antillas. Los que no están de acuerdo con el Gobierno, por una u otra causa, no tienen por qué ser confundidos con los aventureros que se han apoderado del “Santa María”. Salazar, pide a E.E.U.U. que atrapen y asalten el Santa María, EEUU teme que la armada portuguesa lo hunda si es capaz de alcanzarlo (según informaciones que se pueden leer en varios medios de prensa esa era la orden que tenían los destructores portugueses si localizaban a la Santa María) para ello envía cuatro buques de guerra, entre ellos la fragata “Pêro Escobar” y el destructor “Lima”, a la búsqueda y caza del buque a las que, en virtud del Pacto Ibérico firmado por Salazar y Franco, se le suma  el crucero español Canarias; el mismo que en 1937, en la toma de Málaga por el ejército golpista, participó en el bombardeo de la carretera Málaga-Almería donde miles de civiles fueron masacrados en su huida, bombardeó en agosto de 1937 la ciudad de Alicante produciendo numerosas bajas civiles y ya en 1938  el Puerto de Barcelona. De igual forma Salazar envía varios navíos a África, Cabo Verde, Angola y Guinea Portuguesa por si el Santa María se dirige hacia allí.

Crucero Canarias
Dada la presencia de esos 35 estadounidenses a bordo se tenía el convencimiento de que el principal objetivo del Gobierno de E.E.U.U. era la localización del barco, su protección e intentar iniciar negociaciones para el desembarco, primero ofrecieron San Juan de Puerto Rico y ante la negativa del comando Belém o Recife. Esta actitud produjo innumerables críticas en la prensa lusa y española y fue vista por muchos plumillas como una cesión a los “piratas”, "había que tomar el barco al abordaje y colgar del palo del mayor a los piratas”. Hasta un grupo de católicos portugueses, jaleados por la prensa española, piden al Papa Juan XXIII que amenacen de excomunión a los secuestradores si no restituyen el nombre de Santa María al barco, cosas de aquella Iglesia que gobernaba las almas en la Península Ibérica.
Hay estadounidenses afectados y vidas afectadas, no hemos dado ninguna instrucción… para abordar la nave… pero por supuesto nos preocupan las vidas de los estadounidenses involucrados. Además estamos preocupados porque el barco pertenece a un país con el que mantenemos relaciones” John F. Kennedy en Conferencia de Prensa
“Portugal ve con desagrado el informe por el que Washington pone en duda que la incautación (del Santa María) pueda ser considerada “piratería”. (2:5-6). “Y en Gran Bretaña, los exiliados portugueses lanzaron una campaña de propaganda planeada durante mucho tiempo contra el régimen de Salazar, aprovechando el secuestro” (2:1) 27 enero de 1961 Cronología diaria del NYT de la Biblioteca y Museo presidencial de John F. Kennedy. 

La acción del DRIL hace que los  E.E.U.U, el país más poderoso de la tierra, ponga en marcha su maquinaria de guerra naval, se ponen a disposición de la "Operación Santamaría", como le llamó la prensa española, los destructores “Gearing”, “Vogelgesand”, “Wilson” y “Damato”, el moderno buque de desembarco “Hermitage”, el buque cisterna “Canisteo”, el submarino nuclear “Seawolf” y 14 aviones Constellation y 4 Neptune; a bordo de los destructores había embarcado la compañía “G” de marines, pertenecientes al 2º Batallón del 6º Regimiento de la USMC con sede en Camp Lejeune, (Carolina del Norte) en total 6.000 hombres al mando del contralmirante Allen E. Smith que al mismo tiempo estaban integrados en la Flota del Atlántico de Estados Unidos, conocida como la VI Flota, bajo el mando del citado Almirante Robert Lee Dennison.

El pasaje a estas alturas está nervioso al ver próxima su liberación, una vez abierta la radio se les permitió enviar radiogramas a sus familias, lógicamente sin dar más datos de los necesarios. El Capitán Maia advierte a Sotomayor que hay un problema con las reservas de agua, después se supo que los oficiales y algunos miembros de la tripulación habían dejado muchos grifos abiertos por orden del Capitán y deciden restringir su consumo para el aseo a dos horas dos veces al día. Miembros de las tripulación y algunos pasajeros, sobre todo españoles de 3ª clase, agitados por un miembro de la PIDE que viaja en el barco inician pequeñas protestas antes el resto del pasaje.

El día 28 se recibe un radiograma del Almirante Dennisson “Urge desembarcar a los pasajeros, sugerimos Belém en la costa noreste del Brasil”, en Belém do Pará, en la desembocadura del río Amazonas, había una Base Americana. El comando contesta que ellos también quieren desembarcar a los pasajeros pero que no les pueden decir de momento el puerto en el que lo van a hacer. El 29 Gãlvao, sin consultar al Estado Mayor del DRIL, acepta por radiograma y por la tarde informa a Sotomayor que cambie el rumbo a ese puerto, que allí se desembarcaría a los pasajeros y les aprovisionarían de combustible y agua pudiendo después hacerse a la mar. Gãlvao está incumpliendo todos los acuerdos tomados por el Estado Mayor del comando y tomando decisiones personalistas sin contar con los dos líderes españoles.

Sotomayor no cambia el rumbo del barco y se reúne con Velo y otros miembros de confianza para informarles, entrar en Belém do Pará es suicidarse, parece que la cosa se pone seria para Gãlvao, incluso se habla de traición, pero pronto se calman las cosas. Deciden advertir a Gãlvao que bajo ningún concepto se dirigirían a la desembocadura del Amazonas, que todas las decisiones deberían ser acordadas por el Estado Mayor del Comando en base a los acuerdos tomados en la planificación del secuestro y que todos los comunicados emitidos desde el barco deben ser acordados e ir firmados por el DRIL y los tres comandantes, si no quiere que todo el plan fracase. En esa reunión posterior con Gãlvao analizan la situación con la flota portuguesa y el Canarias pisándoles los talones y el despliegue americano en la zona y por otra parte conocen que Janio Quadros, simpatizante con la causa, tomaría posesión como Presidente de Brasil el día 31. Desisten de continuar rumbo a África y deciden dirigirse a la costa de Pernambuco aunque no tenían todavía respuesta a sus telegramas solicitando asilo en Brasil, esperaban tenerlos para la toma posesión de Quadros.

El "Gearing" y el "Santa María"

Proponen un encuentro en alta mar a bordo de la Santa María, a lo que los americanos responden afirmativamente. Se fija una entrevista a 50 millas al este de Recife en la mañana del día 31. Al amanecer del día 30 ya están a 45 millas de Recife pero siempre fuera de las aguas territoriales de Brasil, el DRIL no se fiaba del presidente cesante, Juscelino Kubitschek; para eso navegan hacia el sur para volver otra vez al punto fijado para el encuentro. De noche ven las luces de la costa de Brasil.

Mientras esperan llegan hasta ellos un pesquero y un remolcador desde Pernambuco, llevan a bordo varios periodistas, entre ellos dos portugueses exiliados en Brasil y militantes del DRIL, Miguel Urbano Rodrigues redactor del periódico O Estado de São Paulo (después del 25 de abril fue diputado en la Asamblea de la República Portuguesa y Eurodiputado por el PCP) y Victor José Costa da Cunha Rêgo editor del mismo periódico (en 1973 fue uno de los fundadores del PSP de Mario Soares) los dos se unen al comando.

Deciden realizar un banquete de despedida para el pasaje, se imprime un menú especial de nombre "Santa María rumbo a la Libertad", se sirvió langosta, jamón, asados, postres y champaña. Los miembros destacados del DRIL llegaron a firmar autógrafos a los pasajeros sobre ese menú y después de la comida se celebró un baile en el salón.

Esa misma noche reciben un radiograma del Gobernador del Estado brasileño de Guanabara, Carlos Lacerda, colaborador e íntimo de Jânio Quadros, en el que les comunica que el Presidente electo le ha indicado que aseguraría el desembarco de los pasajeros del Santa María y concedería asilo político para Henrique Gãlvao y sus compañeros pero que no lo hará oficial hasta la toma de posesión.

Amanece el día 31 y a las 8:00 A.M se divisan en el horizonte tres destructores y un submarino acercándose a ellos que se detienen a 8 millas mientras el destructor  "Gearing" se adelanta, varios aviones USA vuelan sobre el escenario. Saben que del puerto de Pernambuco se acercan dos destructores y una patrullera brasileñas y que la mini flota portuguesa y el Canarias están todavía a más de 400 millas al noreste. Detrás del “Gearing” se acerca también un contratorpedero, el "Damato". Desde el “Gearing” se pide permiso para que el contra-almirante Allen Smith, en representación del almirante Denisson, se acerque y suba a bordo del Santa María, se les dice que se acerquen por estribor y ellos preguntan si pueden subir algunos periodistas, a lo que les responden que sí, exceptuando españoles y portugués.

Cuando se va acercando el “Gearing” observan que los cañones les apuntan y la tripulación está en zafarrancho de combate, lo cual alerta a Sotomayor y Gãlvao, inmediatamente Sotomayor en castellano comunica al contra almirante que no se proseguirá con lo previsto mientras no acaben con esa situación amenazante y coloca a la Santa María en dirección al “Gearing” y en posición de abordaje, los americanos dicen que es para su protección y después de un tira y afloja, en donde los nervios estaban a flor de piel, los estadounidenses bajan los cañones y relajan la situación.


Marinos del Gearing

“En las primeras horas de la mañana del día 31 tuvimos contacto visual por primera vez con la Flota Americana que nos estaba… “cuidando” , cuidando de nosotros. Tanto el submarino “Sea Wolf” como la fragata “Gearing”, en donde iba el contra Almirante Smith, al principio la “Gearing” tenía los cañones desenfundados como en acto hostil de guerra, Sotomayor se indignó mucho y hubo un intercambio áspero de palabras entre el DRIL y el comandante de la fragata, como respuesta enfundaron los cañones y pusieron unas banderolas en señal de amistad” Victor Velo. Santa Liberdade.

La delegación estadounidense estaba compuesta por el contra-almirante Allen Smith, el capitán de navío Porter, el consejero de la Embajada de Estados Unidos en Brasil Harry Quin, el cónsul en Recife Ernesto Guadarrama Cruz, el Comandante Hoffman que representa a la dirección ejecutiva del gobierno USA y varios oficiales de la marina, además de un capellán castrense y dos fotógrafos del Estado Mayor. En la cubierta le esperaba una guardia perfectamente formada de comandos del DRIL, elegidos entre los más jóvenes, al pie de la pasarela Gãlvao, Velo y Sotomayor. Victor Velo que estaba entre la guardia de recepción comenta que pensó en lo curioso que era ver como unos simples mortales se enfrentaban a la VI flota; “cuando el contra almirante Smith subió a bordo fue recibido por seis muchachos y como yo era el más joven encabezaba la formación y se quedó firme durante los diez minutos que duraron el himno portugués, el himno americano, el himno gallego y el de la república, aunque no entendió nada”
La delegación USA bajando del "Gearing"

Fueron a una sala al lado del salón de baile donde,  ”sobre una mesa de laca japonesa” (como escribe Sotomayor), se realizó hablaron sobre las posibilidades del desembarco de los pasajeros, la tripulación y el futuro del Santa María. Por parte del DRIL presidían la mesa Gãlvao, Sotomayor y Velo que estaban acompañados por los comandos Joaquín Manuel da Silva Paiva, Camilo Mortagua Tavares, Agustín Romara Rojo y Victor Velo (seguramente en calidad de asistente) y Miguel Urbano Rodrigues según cuenta en la entrevista citada anteriormente; de entre el pasaje, un estadounidense que ya les había hecho de intérprete en otras ocasiones.

Mientras en la zona navegan numerosos barcos y vuelan diversas avionetas con periodistas, la expectación es máxima, todos los medios del mundo occidental quieren tener información de primera mano. Un gran número de periodistas aguardan a bordo del destructor para poder embarcar en el Santa Liberdade una vez terminada la conferencia.

Basándome en los libros “24 hombres y nada más “y “Yo robé el Santa María” de José Fernández (Comandante Sotomayor) y “El Santa María, mi cruzada por Portugal”, de Henrique Gãlvao, resumiré lo que allí se habló.  El relato de Gãlvao y Sotomayor, aunque cambia el protagonista de algunas frases, no deja de ser similar. Miguel Urbano Rodrigues en una entrevista concedida a Alberto Lopes del "Alentejo Popular" comenta que él también intervino y que fue quien redactó las actas de la reunión.

Gãlvao comienza las conversaciones dándoles la bienvenida a bordo y manifestándoles el deseo a llegar a una solución satisfactoria para el desembarco de los pasajeros y que se reconozca a los miembros del comando del DRIL su derecho como rebeldes y luchadores por la libertad y el deber de solidaridad de las democracias con ellos.

Se concede permiso al capellán castrense para que pueda hablar con los pasajeros y se plantea grabar las conversaciones lo que al final resulta imposible dado que la comisión americana se había olvidado el micrófono y los de la sala de radio no se podían acoplar al equipo americano. El DRIL les ofreció que después de las negociaciones tendrían la posibilidad de departir con los pasajeros libremente y sin testigos.

El DRIL les resume la situación, su objetivo al apoderarse del Santa María perseguían dirigirse a un objetivo militar del que tuvieron que desistir por razones humanitarias, que deseaban desembarcar lo antes posible a los pasajeros y a la tripulación. Que Jânio Quadros, Presidente electo de Brasil les había ofrecido garantías respecto a la seguridad de los miembros del comando y que les sería ofrecido libertad de movimientos. Que hasta que Jânio Quadros no tomara posesión no iban a entrar en el Puerto de Recife o en el que el Gobierno brasileño fijara. Proponen al contra-almirante Smith el desembarco para el día siguiente a la hora que les marquen. Las condiciones que ponían era el abastecimiento de agua, combustible y la libertad de poder zarpar de nuevo en la Santa María.

El contra-almirante Smith se sorprendió de las promesas de Jânio Quadros y quedó a la espera de que se concretaran esas promesas. También les comunica las instrucciones recibidas para que el destructor “Wilson” navegara en contacto con la Santa María para proteger el navío y los pasajeros que iban a bordo, a lo que el DRIL no se opuso siempre que no se pudiera tomar como una  injerencia en un país extranjero, y siempre que mantuvieran una cierta distancia y no se les cruzaran por la popa.

El DRIL matiza que el desembarco de los pasajeros y el reconocimiento que el derecho internacional otorga a las fuerzas revolucionarias y la seguridad del buque eran inseparables y que no se tomaría ninguna decisión hasta que tuvieran garantías del Presidente Quadros. La Delegación americana, antes de partir, pudo compartir libremente con los pasajeros sin la presencia de los miembros del comando.

Al mediodía, el Almirante Smith se despidió quedándose durante unas horas más, con permiso de Gãlvao, el Cónsul de EEUU en Recife y el Capellán. El contra-almirante Smith y su séquito recibieron los mismos honores militares que cuando llegó a bordo y el Estado Mayor del DRIL le acompañó a la pasarela. Más tarde, en un comunicado de prensa, el contra-almirante Smith reveló que todos los pasajeros con quien había conversado le dijeron que habían sido tratados con humanidad y con amabilidad y que no se había reunido con piratas si no con un movimiento que disentía de los Gobiernos de España y Portugal.

Cuando termina la entrevista con la Delegación de E.E.U.U.  desde una avioneta se lanza en paracaídas al mar el aventurero, especialista cinematográfico y actor francés, Giles Delamare, contratado por una revista. Cae a la mar cerca de la Santa María y es recogido y acercado al barco por el remolcador brasileño que había traído al grupo de periodistas procedentes de Brasil. 

Gãlvao y Gil Delamare a bordo del Santa María

Una vez terminado el día se envía un mensaje al presidente electo de Brasil Jânio Cuadros en el que se le felicita por su toma de posesión y se le pide permiso para entrar en el puerto de Recife en las condiciones anteriormente indicadas.  Mientras, los barcos de las escolta rodean al Santa María, solo queda esperar navegando en círculo alrededor de las aguas de Pernambuco.

Al amanecer del 1 de febrero echan el ancla a unas tres millas de la costa, fuera de las aguas territoriales de Brasil, pueden ver la ciudad. Poco después reciben un telegrama del Presidente Jânio Quadros: 
A la una de ayer se me comunicó que se había recibido un telegrama que me enviaron desde la Santa María. Recuerdo nuestra reunión en Caracas y les reafirmo mi inquebrantable fidelidad a nuestra forma de vida democrática. El Gobierno y el pueblo brasileño seguimos con profunda emoción el destino de los cientos de pasajeros bajo su cuidado y responsabilidad. Pueden estar seguros, que en el ejercicio de mis facultades constitucionales se les concederá el derecho de asilo en nuestro territorio nacional y cualquier otra cosa que me esté permitido por las leyes y tratados internacionales”. Jânio Quadros, Presidente de la República de Brasil.       
Último capítulo.

5 comentarios:

  1. Ver también:

    http://www.navegar-es-preciso.com/news/el-secuestro-del-santa-maria-por-el-dril/

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    1. Gracias por el enlace a tú entrada, la leí cuando comencé con esta historia hace un año. Después vinieron los libros, hemeroteca y todavía no he acabado. Me ayudó mucho. Yo viajé de niño un par de veces en el Santa María, después del secuestro, de Vigo a Santa Cruz de Tenerife.

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  2. He encontrado por casualidad este blog, te felicito, este trabajo merece estar en una revista de historia. En 1.961 yo tenia catorce años, mi padre estaba navegando y solia traer del barco ejemplares de "Life en español". Me viene a la memoria el que trataba de este secuestro y todavía hoy después de tantos años recuerdo el visceralismo conque trataban esta noticia. Es una pena, pero en algún zafarrancho de limpieza me deshice de aquellos ejemplares.

    Desde Euskadi, zorionak.

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  3. Gracias por el comentario y por el interés por ésta historia tan injustamente olvidada, pero es que nos "han olvidado" tantas cosas...
    Saude

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  4. En la Operacion Ducinea se cita de la presencia del Crucero Canarias por parte española.
    Pues bien, recientemente he conocido una persona que me ha contado esta historia, que desconocia por completo, y que casualmente cocincidimos en la fecha de entrada y estancia en el periodo de instruccion, en el CIM San Fernando . Enero de 1959. El como marinero de reemplazo y yo como Especialista de la Armada de la 1ª Promocion.
    Nos hemos conocido recientemente en un viaje a San Carlos de la Rapita y amigos de mi hermana.
    Al saber que coincidimos en el tiempo y en el espacio en el CIM San Fernando, nos contamos nuestro devenir en la Armada.
    Al terminar su tiempo de Instruccion, tres meses, fue destinado al Destructor Ulloa UA.
    En el realizo muchas salidas a la mar, pero sin ninguna novedad aprecialble.
    Al termino de su tiempo en la Armada y listo para licenciarse en Enero de 1961, fueron retenidos y salieron de nuevo a la mar con mucha urgencia sin conocimiento de rumbo ni destino.
    Pasado mas de un mes navegando, recuerda que se esparcio el rumor de que perseguian un barco que lo habian secuestrado unos piratas. Mas tarde les llego el rumor de que trataba de un barco, sin especificar, llamado Santa Maria, comandado por un tal "Galvao".
    Tras unos tres meses de navegacion, regresaron a El Ferrol y desembarcaron ya como licenciados. Nunca mas supo de que se trato este tema.
    Lo he investigado por Internet y he conseguido una amplia informacion que le pasare para su conocimiento.
    La participacion del Destructor Ulloa UA, no lo encuentro por ninguna parte, pero si la del Crucero Canarias.
    Le agradeceria me pudiera informar sobre este tema, pues la no mencion del Destructor Ulloa en la Operacion Dulcinea me tiene intrigado.
    En mi caso concreto, y tal como he dicho al principio, perteneci a la 1ª Promocion de Especialistas de la Armada, Radiotelegrafista, destinado en el Destructor Lepanto y en el Dragaminas EBRO, hasta cumplir mi compromiso con la Armada de cuatro años y medio.
    Gracias por su atencion y un cordial saludo.
    xenexpeipo@gmail.com.
    xenex.

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