jueves, 2 de mayo de 2013

TENER PACIENCIA O DARSE POR VENCIDOS.



SEÑOR DAME PACIENCIA
porque como me des fuerza le meto una ostia


“Paciencia”, nos pedía la semana pasada Mariano Rajoy a los españoles, además de paciencia nos pedía también fe, aunque no la citó: "Ha habido avances. Ya sé que la gente no los ve, pero ha habido avances". Fe inquebrantable, sin fisuras, como santo Tomás, y la paciencia del Santo Job, en esto se resume la política del “señoritingo” pontevedrés. Mariano no ha perdido nunca ese halo de chico de familia bien de una pequeña capital, nos mira a todos con aire de suficiencia, una mirada miope pero digna de todo un Registrador de la Propiedad que hace demasiados años que no registra nada más que esos presuntos sobresueldos que ha ido recibiendo del partido y que son tan menguados que a final de mes tiene que ver el saldo de su cuenta corriente para ver si le llega. 

—¡Dejarme solo! —exclama Mariano imitando al matador en la plaza mientras hace el gesto de apartar a la cuadrilla.


Mariano es de Pontevedra y fue concejal de la ciudad y Presidente de la Diputación, en su Plaza de Toros se celebra todos los años la Feria de la Peregrina, creo que la única feria taurina como Dios manda que se celebra de Galicia. En los toros de la Peregrina se junta el “who is who” de la política pepera y empresarial del viejo Reino, tanto monta monta tanto, y algún socialista gallego despistado por eso de aparecer en los medios. En Galicia no hay afición a los toros, no tenemos la paciencia de esperar horas para filetear la res y preparar un “churrasco” o una empanada de carne y regarlos con vino del país mientras escuchamos “A Muiñeira de Chantada”. En temas de paciencia los gallegos podemos dar un máster pero con las cosas de comer no jugamos.

Ayer otro chico de casa bien, Rafael Hernando, un neo-político sin oficio pero con mucho beneficio, de los que inundan la cosa pública de España, nos deja una frase de las suyas cuando le toca guardia de festivos, no un día festivo cualquiera, el 1 de mayo día del trabajo nada más y nada menos. El "Ppijo" dice que los ciudadanos no la han liado todavía porque "sabe que se estamos haciendo las cosas que se tenían que hacer". Rafaelillo, es la paciencia que nos pedía Mariano, esperar sin quejarse.

Los seis millones doscientos mil parados de este país están teniendo mucha paciencia, los estafados por las preferentes, los desahuciados, los jubilados que tienen que recortar su gasto en medicinas porque no les llega la pensión y que decir de las mujeres a las que quieren hacer abortar clandestinamente de nuevo, según el diseño del ministro misógino, los dependientes a los que deja sin ayudas cuando tímidamente un gobierno español había empezado a desarrollar el artículo 49 de la Constitución, y así millones de actos de paciencia … ¿no es mucha paciencia contenida?.

Los españoles estamos sentados en el banco de la paciencia, el banco de la paciencia estaba delante del palo de mesana de los viejos navíos, mismamente en el alcázar desde donde los oficiales dirigían las operaciones. Mientras Mariano navega con paciencia nosotros nos sentamos en el banco de la paciencia a esperar que nos lleve por buen rumbo y diciéndonos a nosotros mismos:

—Dios mío, dame paciencia, ¡Pero dámela ya!”.

Dámela ya, porque según dicen la clave de la paciencia es hacer algo mientras esperas, no vaya a ser que mientras esperamos pacientemente y para no aburrirnos nos dé por hacer cosas feas. Y en este caso no me refiero a visitar locales de hombres y mujeres nocturnas o algunas de las prácticas a las que se refiere Reig Plá en sus sermones y homilías, ya se sabe que los impacientes somos unos degenerados.

—¡Que paciencia! —exclamaba mi madre cuando mi hermano y yo nos pasábamos el día discutiendo cuando éramos niños.

Claro que no era la misma paciencia que les pedían los confesores a las mujeres maltratadas,

—Ten fe hija, reza y pide a Dios que todo se arregle.

A las mujeres la Iglesia les pedía y todavía les pide paciencia para soportar los maltratos, paciencia y fe, lo mismo que nos pide Mariano desde el timón de nuestro barco.

—Tener fe en mí y mucha paciencia que ya veréis, llegaremos a buen puerto.

Dicen que la paciencia es una virtud, así como la fe, Nietzsche decía que “tener fe significa no querer saber la verdad” y la verdad es el más escaso de los bienes en la España actual, si se cotizara en la City alcanzaría precios superiores a los del petróleo. "Las cosas llevan su tiempo [...] eso puede frustrar a mucha gente, pero el Gobierno sabe lo que hace y pronto empezaremos a crecer" dice Rajoy.

—¿Crecer?..., ¿y los pacientes que aquí esperamos? —preguntamos todos al unísono repatingados en el banco de la paciencia.

—Paciencia y fe hermanos, para 2019 hablaremos —escupe Mariano al timón mientras mastica su puro.

“Con paciencia y vaselina, jodió el elefante a la hormiga” he leído en internet, pero dese prisa señorito Mariano no pase que la vaselina se convierta en gasolina y el elefante pierda la paciencia, porque la paciencia será una virtud pero cansa, aunque me temo que no es paciencia lo que tenemos sino como decía el literato mallorquín Miguel Aguiló "la estúpida indolencia del que se da por vencido”. 


8 comentarios:

  1. ME QUITO EL SOMBRERO CHAPEAU COMPI GRAN ENTRADA SIEMPRE CON TU SARCASMO Y TU GRAN HEMEROTECA CEREBRAL ENHORABUENA Y GRACIAS

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  2. Muy buena entrada, como siempre.

    Luego nos dicen, ese día, que es un buen día para el paro. Creo que la mecha está prendida y como encuentre la Santa Barbara, ellos se van al paro.

    Muy bueno eso de “tener fe significa no querer saber la verdad”.

    Virtud es una cualidad que permite a quien la posee tomar y llevar a término las opiniones correctas en las situaciones más difíciles para cambiarlas. Creo que queda claro que hay que cambiar. ¡¡¡Oh, Santa Barbara Bendita!!!

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  3. Gracias Juan Vicente, por la ostia bien pegada a este memo de presidente que tenemos.

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  4. Fantástica entrada. Comparto lo que dices, claro que, más que paciencia lo que necesitamos es una solución en lugar de esperar a la apreciación divina, como ya auguró nuestra amiga Fátima. Por cierto, Mariano Rajoy nació en Santiago de.Compostela...vemos que miente hasta en su lugar de nacimiento.

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    1. Uno no es de donde nace sino de donde pace y a Mariano le apacentaron a orillas del Lérez en sus años mozos y eso marca e imprime carácter, sobre todo si eres hijo de un magistrado afecto al régimen.

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  5. Muy bueno Juanvi, pero tenemos que hablar de eso de la feria taurina de Pontevedra, para mi gusto -militantemente antiturino-se echan a faltar unos cuantos denuestos. Por lo demás, perfecto, la fina ironía galega siempre me resulta admirable.

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  6. Gracias, de Pontevedra haría falta una entrada. Feria Taurina, Baile de Debutantes y alcalde del Bloque.

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  7. Juanvi... resumirlo mejor es imposible...
    Cuando los políticos se han habituado a ejercer de "maltratadores" y los ciudadanos obedientemente, sumisamente, les siguen votando y asumiendo el papel de "maltratados in-felices", poco se puede hacer y se pueden decir barbaridades como esas sin que se te mueva una arruga. En el mundo de los sueldos y sobresueldos pedir paciencia debe ser algo muy normal...
    Es lo que hay , de momento... A ver si un día nos despertamos del letargo (y antes de volver a votar si no es mucho pedir).

    Felicidades... tu blog sigue al máximo nivel.

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