UN ZIMBABUENSE ILEGAL, EL DIRECTOR GENERAL, ALFONSO ALONSO Y EL ALCALDE CARLES

En la puerta del súper donde compro hay un zimbabuense, inmigrante ilegal, lleva cuatro años en España y no tiene papeles, habla inglés perfectamente, perfecciona el castellano y chapurrea el francés. Un  día me comentó que paga por su habitación 200€ al mes, vive de lo que le dan los clientes por guardar las bolsas hasta que pasen con el coche o por subirle la compra a casa a las personas mayores que viven cerca. Nunca le he preguntado lo que saca al día, pero está allí, en la puerta, haga frío, o calor doce horas todos los días de lunes a sábado.

A partir del 31 de agosto los inmigrantes ilegales perderán su cartilla de la Seguridad Social y la Sanidad de este país dejará de ser universal y gratuita. Agustín Rivero, Director General de una cosa que se llama Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, en declaraciones a RNE, dijo que la solución para estos ciudadanos con enfermedades crónicas que no pueden pagar la asistencia o los 710€ al año que se han sacado de la manga era que se le enviara la factura a su país de origen.  El zimbabuense de mi súper estará en esta situación a finales de agosto, aunque el también paga impuestos indirectos y consume en España, comparte nuestra ciudad y nuestra vida, si tuviera una enfermedad crónica como no podrá pagar la asistencia se la facturarán a la República de  Zimbawe. Otra cosa será el uso que el Gobierno del dictador Mugabe dé a esa factura, que no voy a explicar aquí por respeto a mis lectores; pero si la Ministra Ana Mató, con acento en la o, pretende cobrarle a un País, cuya renta per cápita es de 365,68 USD (297,30€), una factura, que incluso puede sobrepasar con creces esa renta per cápita, sería la demostración inequívoca de que es estúpida o sea, según la RAE, necia o falta de inteligencia.

No sé si será la canícula madrileña pero este mes los despropósitos del Gobierno están siguiendo el lema olímpico “citius, altius, fortius” (más rápido, más alto, más fuerte) pero en el sentido malo. Parece que vuelve el “rodriguez madrileño”, aquellos especímenes grotescamente retratados por Pedro Lazaga en “Tres suecas para tres Rodríguez”, con Tony Leblanc, Rafael Alonso y Antonio Ozores; lo que pasa es que ahora en versión “político de guardia del PP”  y que deben estar en este caluroso agosto madrileño probando la famosa frase de Francisco Silvela: "Madrid en agosto, con dinero y sin familia, Baden Baden", porque no hay otra explicación, a no ser que todos tengan un alto nivel de necedad o estén faltos de inteligencia como Ana Mató, con acento en la o. Yo me inclino, hasta no tener un dictamen de un experto, por la primera aunque casi todos sean del Opus o Legionarios de Cristo ya que la virtud solo se les supone. Así que por la mañana cuando la canallesca les pone un micro delante responden la primera chorrada que se les ocurre bajo los efluvios de ginebras especiadas o frutales y tónicas imposibles que se han trasegado por la noche, acompañados o acompañadas por sus suecas o suecos particulares. 

Las obscenidad que Alfonso Alonso soltó dos días consecutivos sobre el subsidio de 400 euros que cobran los parados sin ingresos, acogidos al Plan Prepara, ya me empieza a hacer creer que es más la necedad y la falta de inteligencia, o sea  la estupidez. El portavoz del PP en el parlamento dijo que “se está pagando a los parados de Zapatero” lo cual quiere decir que los parados de Zapatero tienen menos derechos que los parados de Rajoy. No me extrañaría que el gran centrista Alberto Ruiz Gallardón estuviera preparando una modificación del Artículo 68 de la Constitución para que el voto no sea secreto y que los presidentes de las mesas electorales expidan certificación obligatoria del partido votado por el ciudadano. Este certificado se tendría que presentar para cobrar el paro, tener cartilla sanitaria e incluso para presentarte a unas oposiciones.
 

Otro que padece de estupidez supina es el Alcalde de Girona, Carles Puigdemont Casamajó, miembro de CIU, la versión Catalanista del PP, que parece que le da asco ver a los indigentes buscar en los contenedores de basura y con la disculpa de cuidar de su salud le pone candado a los contenedores donde se deposita la basura orgánica o los productos caducados, yo no sé que le ven los votantes catalanistas a CIU pero mi impresión las huestes de Mas y Oriol Pujol son igual que las de Rajoy y Cospedal, exceptuando el marco geográfico de sus ambiciones nacionalistas. Vamos a ver señor Carles, la indigencia, que cada vez se extiende más por todo el País, incluso en Cataluña, se cura con políticas sociales, no poniendo candados para que esos votantes tan finos y modernos de su partido no les moleste ver indigentes rebuscando en la basura porque, “esa es más una imagen de  Andalucía y Extremadura” habrá pensado Don Carles.

La desverguenza ya es común en los Gobernantes de la derecha. La soberbia con la que van por la vida es inversamente proporcional a los logros de su política, cuanto peor van las cosas más chulos se ponen, en la huida hacia delante en la que están metidos han perdido toda mesura y se comportan como lo que son  a pesar de haber tratado de ocultarse en una supuesta piel liberal y centrista.

República Monárquica y Libertaria de Usera, 12 de Agosto de 2012. I AÑO MARIANO