Como todos saben el
pasado 14 de junio salió a la luz pública que la Agencia Tributaría había
entregado al juez Castro un informe, elaborado a partir de la información
recogida en los registros notariales, de la propiedad y del catastro, en el que
se le atribuían a la infanta Cristina la venta entre 2005 y 2006 de 13
inmuebles en Barcelona, Ciudad Real y Alicante por un importe total de
1.400.000 €, la Infanta se apresuró a negar tajántemente esas
compraventas. Al día siguiente la
propietaria de una de esas fincas vendidas supuéstamente por la Infanta
declaraba al País “¿Cómo va a vendernos la hija del Rey la casa de mi madre y nuestras cuatro fincas si ya eran nuestras?”, posteriormente han salido más afectados con casos similares. Todo
parecía indicar de la existencia de un error, versión para creyentes, o algo
mucho más fuerte y sucio, versión para descreídos impenitentes.
Los días siguiente fueron días de echarse la culpa
unos a otros, la Agencia Tributaria quitándose el muerto de encima y culpando a
los registradores y notarios, los notarios diciendo que a ellos ni los menten y los
registradores declarando que no hay ni ha habido ningún inmueble en los
registros a nombre de la Infanta Cristina distinto al famoso Palacete de
Pedralbes. Mientras tanto Hacienda emite un comunicado en el que justifica el
enredo de las fincas a un error con el DNI de la Infanta, que si todavía no lo
sabéis es el 14Z, más que nada por si queréis vender la casa que heredasteis
del abuelo sin que se enteren.