CRIMINALIZA QUE ALGO QUEDA O LA DESCOMPOSICIÓN DE LA DEMOCRACIA

Llevamos años asistiendo a la criminalización de las protestas ciudadanas ante la devaluación continuada de nuestra “democracia” y el asalto controlado y prediseñado a la Constitución Española sin que nadie con capacidad de hacerlo haga nada ni nadie con capacidad de divulgarlo lo divulgue y ante la pasividad de la Justicia y de los que deberían velar por ella. El poder, indiferentemente de donde esté situado, ha lanzado a sus perros contra todo lo que se mueva.

Los que acampaban en la Puerta del Sol con el 15M eran antisistemas radicales y violentos, perroflautas, camorristas, tontos, ignorantes,  payasos, sucios y malolientes, se pasaban el día “follando”, y tomando drogas y hasta tenía plantaciones de cáñamo en Sol, cosa que si fuera verdad sería un milagro de la naturaleza.

A Ada Colau le dijeron de todo cuando en una Comisión del Congreso dijo del representante de la Asociación Española de la Banca que había intervenido antes que ella: "Si no le he lanzado un zapato a este señor es porque creía que era importante escucharle hasta el final, este señor es un criminal, y como tal deberían tratarle... Tratan como expertos a los criminales que han arruinado un país...". A la misma Ada Colau y a la organización de la que es portavoz,  Plataforma de Afectados por la Hipoteca, los llamaron "filoterroristas", terroristas, nazis, caza judíos y hasta “come niños”  cuando comenzaron con los escraches a los diputados del PP por el asunto de la ILP sobre los desahucios, la campaña fue dialécticamente violenta por parte de políticos y opinadores surtidos incluido Felipe González y algún otro conmilitón venido a menos ideológicamente.

Ahora llega la historia de otro zapato, después del zapato de Ada Colau, que según ella no era un zapato sino un botín de invierno llega el zapato, que no era un zapato sino una sandalia, del Diputat por CUP en el Parlament de Catalunya, David Fernández. Menudo revuelo, “las gentes de bien” a derecha o izquierda se escandalizan. Esta gente de bien “de alta cuna y baja cama”, como cantaba Cecilia, en algunas tertulias y corrillos políticos fueron todos a una contra David Fernández, creyendo ser los guardianes de las esencias y la dignidad democrática. Solo los muy adictos a la estupidez pueden tragarse el discurso de estos miserables.

Miserables como el Senador del Partido Popular por Madrid, Francisco Granados, que con motivo del juicio a los cuatro acusados de lanzarle unas tartas a la Presidenta de Navarra Yolanda Barcina en Toulouse, (en Francia ni fueron detenidos y aquí les juzga la Audiencia Nacional y les piden cinco años que se han quedad en dos) dijo en 13TV (emisora de la Conferencia Episcopal): “estas sabandijas intolerantes que se permiten el lujo de tirar una tarta a una señora, independientemente de que sea una autoridad, a una señora que está allí representando a un pueblo pegarla con la tarta, agredirla y además colocarla en una situación vejatoria,…., estos señores son delincuentes, son filoterroristas y estos señores lo que tienen que acabar es en la cárcel porque de eso a un tiro en la nuca va un paso, va un camino muy estrecho”.

No sé qué diría el Señor Granados de la sandalia que el diputado David Fernández enseñó a Rodrigo Rato en una comparecencia de este en el Parlament de Catalunya, pero seguro que algo así: “un día enseñas la sandalia y al siguiente pones en ellas explosivos y revientas el Parlament, aunque tampoco estaría mal, jeje”.

He visto el video en el que David Fernández blandió su sandalia ante la cara de patibulario de Don Rodrigo, una cara tan siniestra como la del gánster Arthur Cody Jarrett (James Cagney) en “Al Rojo Vivo” (“White Heat” de Raoul Walsh, 1949).  Dicen que intentó lanzarle el zapato, digo la sandalia, aunque solo se la enseñó como el profesor que mueve la regla para aleccionar a sus alumnos.

“¿Sabe que es esto? —enseña la sandalia— ¿lo que hacen en Iraq con esto?... como símbolo de humillación y desprecio al poder del poder, lo digo para vincularlo, porque usted generó un paisaje devastado en un gobierno, que fue la Guerra de Iraq, que generó 150.000 muertos y desde otras esferas participó en una guerra económica contra los pobres generando también paisajes devastados en el Estado Español, y la pregunta es: ¿usted tiene miedo?
—¿A quién?, ¿a usted?
—No.  A un día perderlo todo como lo han perdido millones de familias, a la gente, a que un día la gente se harte, ¿usted tiene miedo?
—No voy a contestar esta pregunta— Responde Rato.
Después que la Presidenta del Parlament le avisa al diputado que se le ha acabado su tiempo y de una pequeña discusión de procedimiento el diputado de CUP termina dirigiéndose a Rodrigo Rato.
—Nos vemos en el infierno, su infierno es nuestra esperanza que es la calle y el 15M decía que el miedo cambia de bando. Hasta pronto gánster. Fuera la mafia”.

¿Y esto es lo que ha creado tanto escándalo? El espectáculo le pareció lamentable" a Cristóbal Montoro mientras al no dimitido Duran i Lleida  le pareció “impresentable" y acusa a David Fernández de romper la “presunción de inocencia” del Sr. Rato, como si pudiera ser inocente un personaje que ya fue diputado por AP en 1982, Ministro con José María Aznar, Director Gerente del FMI y Presidente de Bankia. Cayo Lara nos aleccionó con que "no está en nuestra cultura" lanzar un zapato que es más cosa de moros ¿?. Y el Diario ex-independiente de la Mañana, El País, habla de “insultos, amenazas y gesticulaciones tabernarias”, “prácticas inaceptables”, “zafiedad populista” y “nefasta radicalidad polarizadora” ¿?, habrá que decirle al Sr. Fernández que la próxima vez se pase por un estilista y asesor de imagen y en vez de unas sandalias se saque los pantalones de un traje de Armani y los voltee en el aire mientras le canta “Oe, oe, oe…” al compareciente.

De los exabruptos de columnistas, tertulianos y opinadores varios no  creo conveniente reflejar nada porque nada es lo que dicen y hablan y cualquiera de ustedes creo que se saben de memoria lo que dirán ante cualquier manifestación pública que vaya en contra del poder o de sus intereses monetarios, los de ellos claro. Apenas solo les dejo el calificativo que uno de estos botarates le soltó en su columna "charnego separatista", botarate que seguramente le quitó hierro al famoso "que se jodan" que soltó en plena sede parlamentaria la diputada del Partido Popular Andrea Fabra refiriéndose a los parados.

Menos mal que Gaspar Llamazares en un momento de lucidez dijo: "los ciudadanos viven de todo y los políticos nos tenemos que ir acostumbrando a oír de todo", a pesar de desayunar los fines de semana bollería fina (croissant), según nos descubrió Alfonso Ussía en la Razón que como siempre resultó ser mentira, esta vez Llamazares dijo algo con lo que estoy de acuerdo.  

Y es que tenía razón Arturo Pérez-Reverte, en una entrevista que le hizo Jordi Évole en “Salvados”, cuando afirmó que la aristocracia y el clero que nos gobernaron durante siglos “ahora han sido desplazados por la clase política (…) la aristocracia de ahora es la clase política” y que los políticos son “una casta con privilegios, una casta intocable, que se protege a sí misma”. Casta…, pensar que a muchos no les gusta esa palabra, por supuesto no le gusta a la derecha pero tampoco a muchos de la izquierda porque quizás les suena a 15M y ya se sabe que muchos ciudadanos de izquierdas veían con malos ojos a ese movimiento. Pero es que dentro de la Casta no existen las diferencias ideológicas, eso solo se transmite hacia afuera, la Casta se defiende de cualquier ataque contra ella como grupo compacto.

Y ahora después de toda la criminalización de las protestas, protestas que a mi modo de ver nunca han sido violentas, con rarísimas y sospechosas excepciones, y en donde la violencia la mayor parte de las veces ha partido única y unilateralmente del lado autorizado para ejercerla, el Gobierno de Rajoy se saca de la manga una nueva Ley de Seguridad Ciudadana, que vendrá a completar el nuevo Código Penal del Jurista de desconocido prestigio Gallardón, bastante más dura que la Ley Corcuera, aquella que tanto criticaron por antidemocrática el Partido Popular y aquellos periodistas que se llamaban a sí mismos “independientes” y que ahora permanecen callados y disfrutando de los favores prestados.

No me atrevo a hacer una crítica sobre este Anteproyecto de Ley hasta que se publique, parece que mañana viernes le dará el visto bueno el Consejo de Ministros, pero como parece que todo apunta, se trata de penalizar y callar de forma durísima todas las acciones de protesta de los ciudadanos. Solo espero que la oposición se olvide de que son parte de la Casta y actúen de una vez en defensa de las libertades de los ciudadanos. A pesar de que muchos critiquen a la Constitución Española, en muchos casos con toda la razón, es la única arma que nos queda contra este intento de convertir esta democracia en un régimen autoritario o en algo peor, aunque de los señores Magistrados del Tribunal Constitucional no espero nada. Aquel lema de las manifestaciones del 15M “le llaman democracia y no lo es” cada día está más vigente.