En el principio éramos cuatro simples y mortales tuiteros, que lo seguimos siendo, (Adrián, Victor, Jacquie y yo) cada uno con su Blog en el que tratamos de plasmar, mejor o peor, con más o menos riqueza literaria, nuestras sensaciones sobre los tiempos que nos ha tocado vivir siempre desde nuestra perspectiva personal. Un día en una conversación informal le comente a Adrián la posibilidad de juntar nuestros dos blogs en uno solo sin perder el original. Reconozco que se me olvidó el tema hasta que un día me dijo que estaba hecho, que lo había hablado con Victor y Jacquie y que se apuntaban. Después vino el nombre “Unión de Blogueros Progresistas” (UBP). Al oír la palabra “progresista” torcí la nariz, no hay término más manoseado a izquierda y sobre todo a derecha que el de "progresista" y pensé que nos iban a caer palos a discreción.
Un día me pregunté quien
llevaba en su nombre o en su definición el término “progresista” y recordé que
Aznar alguna vez le puso la coletilla progresista a su centro reformista y la
mismísima María Dolores (de) Cospedal nos dijo que el Partido Popular es "el partido social y progresista”. Si
repasamos los partidos políticos que por el mundo llevan la coletilla progresista nos
podemos llevar una sorpresa, los hay de todos los colores. Por ahí no
tendríamos problemas con los trolls de la derecha, muy abundantes en “modo
anónimo” en los comentarios de los blogs. Pero estaba también la visión que
desde la izquierda se tiene del progresismo, no cabe duda que el PSOE dice ser
progresista, pero IU también, pero esto no me tranquilizaba. Aunque el PSOE haya
perdido la S y la O a lo largo de los años no podemos negarle el uso del
término, si hasta algún partido fascistoide lo lleva.
Estaba también el
término “progre” que conocí y usé en mi época universitaria, allá por aquellos
años en que Carlos Arias Navarro nos presentó el “Espíritu del 12 de Febrero” y abría las puertas a las
creación de Asociaciones Políticas en la España de la Dictadura, por cierto
nuestro presidente Rajoy comenzó su militancia política en un partido que antes fué unas de esas
Asociaciones "neo aperturistas" de la Dictadura, nada progresista por
cierto.
El Progre de aquellos tiempos era una tribu urbana en la que sus miembros pertenecían a la clase media alta y coqueteaban con los partidos clandestinos de la izquierda. Algunos de esos progres de los 70 hoy son consejeros de multinacionales o dirigentes históricos del PSOE, IU y, aunque sorprenda a algunos, del Partido Popular. El progre español era lo que en Francia se dio en llamar la “gauche caviar” que presuponía un alto nivel de vida y de ingresos y un desconocimiento total de la realidad de las clases populares, algo así como “izquierda de salón de té”. “Ou fora ou dentro” le decía el encargado de una conocida cafetería viguesa a un famoso “progre” en una manifestación en la Calle Colón que según la dirección en la que cargaban los grises salía a la puerta a gritar o se metía dentro. Y ahí está la diferenciación, el verdadero militante de la izquierda se la jugaba en la calle, el espécimen citado no se sabía si estaba dentro o fuera. No había persona peor vista en aquella época que los que se habían pasado al lado diletante solo por ligar a una o a un “progre”, algún alto cargo autonómico entre ellos. La leyenda urbana decía que los progres practicaban el amor libre y hasta realizaban orgías con intercambio de parejas, pero era una leyenda urbana o los había confundido con los “Niños de Dios” una secta que en aquellos día empezaba a moverse por España.
El Progre de aquellos tiempos era una tribu urbana en la que sus miembros pertenecían a la clase media alta y coqueteaban con los partidos clandestinos de la izquierda. Algunos de esos progres de los 70 hoy son consejeros de multinacionales o dirigentes históricos del PSOE, IU y, aunque sorprenda a algunos, del Partido Popular. El progre español era lo que en Francia se dio en llamar la “gauche caviar” que presuponía un alto nivel de vida y de ingresos y un desconocimiento total de la realidad de las clases populares, algo así como “izquierda de salón de té”. “Ou fora ou dentro” le decía el encargado de una conocida cafetería viguesa a un famoso “progre” en una manifestación en la Calle Colón que según la dirección en la que cargaban los grises salía a la puerta a gritar o se metía dentro. Y ahí está la diferenciación, el verdadero militante de la izquierda se la jugaba en la calle, el espécimen citado no se sabía si estaba dentro o fuera. No había persona peor vista en aquella época que los que se habían pasado al lado diletante solo por ligar a una o a un “progre”, algún alto cargo autonómico entre ellos. La leyenda urbana decía que los progres practicaban el amor libre y hasta realizaban orgías con intercambio de parejas, pero era una leyenda urbana o los había confundido con los “Niños de Dios” una secta que en aquellos día empezaba a moverse por España.
Ser progresista para
mí es como mi programa electoral personal. No tiene nada que ver con teorías
filosóficas, políticas ni económicas dictadas por sesudos intelectuales para consumo
de políticos en retroceso ni con payasos mediáticos solo pendientes de vender
su pluma al mejor postor.
Hoy somos "ESTO OS CUENTO", “TRIBULACIONES DE UNAMUJER EN APUROS”, “YO Y EL MUNDO”, “CLAMORES”, “EL BLOG DE JUANVI”, “EL BLOG DEAIDA”, “THE GOAT GOES TO THE MOUNT”, “MÁS ALLA DE 140”, “IMPRESIONES DE UNAPERIODISTA EN PARO”, “THE SPEEDY NEW”, “ALDEAS POTENKI” y “EN LUCHA POR EL DERECHO DE DEFENSA Y EL CUMPLIMIENTO DELA LEGALIDAD”. Cada uno con nuestra particular visión del término “progresista”
pero todos preocupados con la situación no solo de nuestro país sino también
del mundo del que formamos parte.
Felicidades Adri. Espero que no te demos mucho trabajo.
Felicidades Adri. Espero que no te demos mucho trabajo.
En Madrid, 26 de febrero de 2013.
Mucho trabajo me dais je je. Sois los mejores. No hay que decir más, solo un simple gracias, que significa mucho
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