27 de marzo de 1973 en el Dorothy Chandler Pavilion
de Los Ángeles se celebra la 45ª Ceremonia de los Oscar, salen al escenario Liv
Ullman y Roger Moore para entregar el
Oscar al mejor actor. Entre los candidatos de ese año tres monstruos de la
pantalla Marlon Brando, Peter O´Toole, Michael Caine y Laurence Olivier acompañados
por el actor de color Paul Winfield. Cuando Liv Ullman dijo aquello de: “And
the winner is… Marlon Brando in The Godfather” y mientras arrancan los aplausos
y se escuchaba la melodía de la película, compuesta por Nino Rota y Carmine
Coppola, la cámara enfoca a una joven vestida de nativa americana que con unas
grandes trenzas se levanta y se acerca al escenario mientras el speaker
anuncia: “recibe el premio en nombre de Marlon Brando la Señorita Sacheen
Littlefeather”, cuando sube al escenario y se acerca al atril rechaza
amablemente la estatuilla y dice que Brando “agradece el premio pero que
lamentablemente rechaza este generoso galardón. Y eso se debe al maltrato de
los indios estadounidenses en la actualidad por la industria cinematográfica…”.
Sacheen era una activista de los derechos civiles de ascendencia Apache , Yaqui
y Pueblo. Esta imagen se me quedó
grabada en la retina pues ya con 15 años era un amante del cine y había
disfrutado de Brando en grandes películas como “Un tranvía llamado deseo”, “Julio
Cesar”, “La Ley del silencio”, “El rostro impenetrable” o “El motín de la
Bounty”.
El domingo 17 se celebró en Madrid la 27ª Edición
de los Premios Goya de la Academia Española, reconozco que la vi entera, a
pesar de que a veces se hizo insoportable. Cuando terminó no tuve la impresión
que se hubiera hecho mucha sangre con el Gobierno, aparte de algunos toques
irónicos de Eva Hache en su monólogo de apertura y algunas de sus posteriores
intervenciones, el discurso crítico pero correcto de Enrique González Macho
(Presidente de la Academia) en el que trató el tema de la financiación y la
escandalosa subida del IVA, y los parlamentos de aceptación de algunos de los
premiados.
Maribel Verdú al recoger el Goya a la mejor Actriz
protagonista por Blanca Nieves se acordó de aquellas personas que “han perdido
su casa por culpa de un sistema corrupto y obsoleto que permite robar a los
pobres para dárselo a los ricos”, Javier Bardem recogió el Goya al mejor
documental por el magnífico “Hijos de
las nubes, la última colonia”: “En el Sáhara no se puede recortar en
salud, ni en educación, como aquí. Tampoco se les puede echar de sus casas,
como aquí, porque ya fueron desahuciados hace 35 años. Es importante que no
dejemos que esto ocurra aquí”, Javier Corbacho que entregaba el Goya a la mejor
Actriz revelación: “Es un premio muy apetecible porque lo podía haber
ganado Ana Mato o la infanta Cristina” y la que me pareció más fuerte y carne
de cañón de voceros del Partido Popular fue Candela Peña con su ya famosa
frase: “He visto morir a mi padre en un hospital público donde no había ni
mantas para taparlo y al que le teníamos que llevar el agua”. De forma irónica
se dejaron caer en los parlamentos los nombres de BANKIA, Bárcenas, los sobres
y el balonmano.
En resumen una Gala bastante descafeinada, sobre
todo si uno vive en la calle, cosa que los políticos hace mucho que han dejado
de hacer. Solo les bastaría darse una vuelta y mezclarse con los ciudadanos
para que se dieran cuenta que lo que les escandalizó en la entrega de los Goya
es muy suave comparado con lo que dicen los ciudadanos de a pie en las calles de
nuestros pueblos y ciudades. Nada que ver con la famosa Gala de la XVII edición
de los Goya, la famosa Gala del “No a la Guerra”.
Al día siguiente y posteriores se lanzaron como
buitres los voceros de siempre, aquellos que prefieren hundir más al cine
español a beneficio de ese 82,10% de cine que viene de fuera, cultura foránea que parecen defender los falsos patriotas, una gran mayoría
cine basura impuesto por las majors. Seguramente algunos ya tenían escrito el borrador de sus artículos y editoriales, al estilo Hermann Tertsch, es imposible
que se pueda decir tal cantidad de tonterías y soltar tanta “mala leche” si no
estas predispuesto de antemano contra algo. Incluso sospecho que algunos las
escribieron por encargo, todavía les parece mucho ese 17,90% de cuota de
pantalla del cine español. Ese es el más rancio y canalla periodismo que vive
este País desde hace muchos años y que encierra muchas miserias y secretos
inconfesables, como la situación de alguno de ellos cobrando suculentos
contratos de medios de titularidad pública mientras se están liquidando sus
plantillas de profesionales.
Pero fueron los comentarios de los políticos con
responsabilidades de Gobierno lo más vergonzoso de los Goya; escuchar a Soraya
Sáez de Santamaría decir en la rueda de prensa posterior al Consejo de
Ministros dos días antes de la Gala que “el cine debe ser lo principal porque
para hablar de los secundario, de su financiación, ya hay una comisión en la
que está el Gobierno con todo el sector, y en ella se puede discutir y
argumentar” o "Es muy importante
elegir bien los escenarios y elegir bien los foros que hay para cada cosa… Para
la afición, para la gente que se dedica a ello y para todo el sector es su día.
No sé si es una buena estrategia que se convierta en el día de otro". Doña Soraya no quería que en la Gala se
hablara de la situación política y social de España y menos aún de los
problemas del sector, IVA, financiación, Ley de Mecenazgo, subvenciones. Doña
Soraya quiere al mundo del cine calladito y en primer tiempo de saludo.
No es de recibo que todo un Ministro de Hacienda
diga lo que dijo Montoro en sede Parlamentaria, yo entiendo que está nervioso
porque su situación personal no es nada envidiable, pero acusar desde su
situación sin decir nombres ni aportar pruebas es expandir una “mierda” que
ellos son incapaces de limpiar en su casa. Don Cristóbal usa últimamente un
tonito más adecuado para una comedia de Carlos Arniches que para todo un
Ministro del Reino de España. Y el Ministro Wert pidiendo “respeto institucional”.
¿Qué institución merece en estos momentos respeto?, ¿el Gobierno sustentado por
un partido podrido de corrupción?, ¿una Corona que cada día que pasa está más
enfangada en los asuntillos de uno de sus miembros? Señor Wert, el respeto institucional
hay que ganárselo y los ciudadanos, y las gentes del cine lo son, no tenemos
obligación de respetarlas mientras no se lo hayan ganado.
Estos personajillos de la política y los medios
españoles en su interior más profundo sueñan con ser el Joseph Raymond McCarthy
patrio y han abierto desde aquella Gala del “No a la Guerra” una “Caza de
brujas” contra el Cine Español sobre todo contra aquellos miembros que no están
en la “onda” de sus premisas
ideológicas, caza de brujas de la que se han impregnado algunos de nuestros
ciudadanos dando por hecho que son elementos traidores a nuestro país; nos
haría falta una revisión de la obra de Teatro de Arthur Miller “Las brujas de Salem” (The Crucible), llevada
tres veces al cine, o de algunas películas como Caza de brujas (Guilty by
Suspicion) de Irwin Winkler o de más actual “Buenas noches, y buena suerte” (Good
Night. And Good Luck) dirigida por George Clooney, para darnos cuenta hasta dónde puede llegar
la estupidez humana. Estos señores, al igual que el Senador MaCarthy tienen
redactada su propia Lista Negra y si pudieran se la impondrían a las
productoras de nuestro País.
¿Qué hubiera pasado si
alguno de los premiados hubiera enviado a un desahuciado, o afectado de las preferentes, a un inmigrante sin papeles y sin tarjeta sanitaria o a uno de los miles de personas que comen en comedores sociales o rebuscan en las basuras de nuestras ciudades a rechazar el premio ? Me imagino lo que escribiría alguno de nuestros más insignes opinadores pidiendo entre efluvios etílicos la intervención de la Guardia Civil o del Ejercito. No cabe duda que corren muchas sustancias, algunas de quinientos euros, por el mundo de los abanderados de la "Patria".
premio oscar a la mejor entrada gracias tenia ganas de leer algo bueno gran blog el tuyo es una hemeroteca de conocimientos menudo cerebro tienes enhorabuena
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