"(20) Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.(21) Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.(22) Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre.(24) «Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.(25) ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto." Lucas 6: 20:22, 24 y 25
No soy experto en
teología ni en Historia de la Iglesia. Crecí y pertenezco a una gran familia
católica, apostólica y a veces muy románica, por la antiguedad de sus pensamientos, estudié en un Colegio Religioso de Jesuitas durante 10
años y empecé a dejar de creer cuando comencé a hacerme preguntas sobre la
Biblia y El Nuevo Testamento, lecturas que apenas conocíamos en su conjunto y
que oíamos como autómatas en los actos religiosos; realmente en la poca madurez
de mis 15 años ya tenía dudas que con el paso del tiempo me convirtieron en ateo.
No obstante hasta que tuve 17 años acudí fielmente a todos los ritos y actos religiosos
que marcaba la disciplina del Colegio aunque cada vez más relajada por la
influencia del Vaticano II.
Nunca ha dejado de
interesarme el hecho religioso y sobre todo como parte de la cultura y de la
Historia de nuestro País. Creo que Jesús existió porque, como dice el
Catedrático Antonio Piñero Especialista en Lengua y Literatura del Cristianismo
primitivo: “la existencia de Jesús es más cómoda de explicar históricamente,
por todo lo que viene después del Cristianismo, si Jesús no existió, como
explico todo lo demás”. Pero también pienso, como el poeta griego Jenófanes de Colofón, que los
hombres crean a los Dioses y no al revés. La Religión es un invento de los
hombres para calmar su miedo al más allá y como respuesta a preguntas
irresolubles, pero también es un instrumento de los poderosos para doblegar a
los pueblos. Es curioso el poco conocimiento, por no decir nulo, de los “Libros
Sagrados”, la Biblia y el Nuevo Testamento, que tienen los católicos
practicantes de este país, “cuanto menos conozcas menos me podrás reprochar”,
deben pensar los jerarcas de la Iglesia. Es totalmente significativo que hasta después
del Concilio Vaticano II (1962-1965) las misas eran en latín y solo el sermón del
oficiante era en castellano.
Este prólogo a mi
entrada de hoy viene al caso por la postura de la Iglesia Católica Española,
ante la gran crisis económica que vivimos y a la crisis de valores morales, que
nada tienen que ver con los valores de los que nos hablan desde la Conferencia Episcopal,
versados nada más en el sexo y el aborto.
Estoy convencido que
muchos de los Grandes Jerarcas de la Iglesia, incluido el Papa, no creen en
Dios, porque su cumplimiento de las Sagradas Escrituras en mínimo. Solo con
tomar las Bienaventuranzas arriba
detalladas puede uno darse cuenta claramente de ello. El Jesús del Nuevo
Testamento da esperanzas a los que pasan hambre, los que lloran, los odiados,
los injuriados y los proscritos y por el contrario amenaza a los ricos, a los
hartos y a los que se ríen de la miseria
de los demás. ¿Alguno me puede decir en qué lugar está la curia y los jerarcas
de las Iglesia?, yo lo tengo bastante claro. De ahí deduzco que no creen en
Dios, porque si creyeran verdaderamente en él, estarían con los primeros a los
que Jesús da la Bienaventuranza.
Ellos viven en
simbiosis con los poderosos, hacen negocios con ellos, manipulan con ellos, los
apoyan cuando emiten leyes injustas contra el pueblo e intentan justificarlo
con el sacrificio cuando ni ellos ni los poderosos son capaces de hacer ningún
sacrificio por el pueblo. Retuercen las palabras de su evangelio, seguramente
ya retorcido, a su conveniencia y se pasan la vida dándose golpes de pecho, por
cierto algo de eso he leído en el Evangelio. Ha habido países como Argentina (ver últimas declaraciones de Videla) y
Chile en que durante las Dictaduras Asesinas que padecieron, la Iglesia
Católica en su gran mayoría apoyaron al poder ilegalmente establecido. En la
Guerra Civil Española, muchos párrocos señalaron con los dedos a los
republicanos fueran de izquierda o de derecha, que después eran fusilados, en
muchos casos con la asistencia de los mismos sacerdotes, y echados en una
cuneta, con esa hipocresía de salvar sus almas; y durante la Dictadura
Franquistas sacaban al Dictador genocida bajo palio como si fuera el mismo Dios.
A mediados de los 60
empezaron a aparecer en España, influidos por sacerdotes franceses entre los
que destacó el Abbé Pierre fundador del Movimiento Emaús (Traperos de Emaús), los
que el Régimen dio en llamar peyorativamente Curas Obreros o Curas Rojos que no
eran más que sacerdotes que se acercaron al movimiento obrero, yo conocí en los
70 alguno en Vigo, trabajando en astilleros o en la construcción. Alguno de
estos sacerdotes sufrió cárcel, como el Padre Gamo que fue encarcelado cuatro
años en la Prisión de Zamora, cárcel para religiosos. Famosos fueron Paco
García Salve, Pedro Solabarría, el Padre Llanos, y muchos otros que intentaron
aplicar ese Nuevo Testamento que se supone deben seguir todos los religiosos.
Posiblemente fueron los precursores o inspiradores de la Teología de la
Liberación tan perseguida por el Cardenal Ratzinger, hoy el Papa Benedicto.
No puede entenderse
la historia reciente del sindicalismo en España sin la cobertura ofrecida al movimiento
obrero por las Hermandades Obreras de Acción Católica, las Hermandades como
eran conocidas, y que todavía hoy existen y son conocidas como HOAC fundadas
por Guillermo Rovirosa, personaje en el que deberían fijarse Rouco y sus
palmeros. ¿Verdad que suena raro leer
este artículo en un medio ligado a la Iglesia Católica? “La HOAC y la JOC en apoyo a los mineros”. Solo hay que leer su página web para darse cuenta de la
diferencia entre la Jerarquía Eclesiástica y algunos creyentes que intentan
cumplir con el Evangelio.
Hoy la Conferencia
Episcopal y por tanto la Iglesia, exceptuando a algunos religiosos que quedan
practicando el Evangelio Católico, están al servicio del Poder y más
claramente del Gobierno Español. Es un intercambio de favores prestados. Altos cargos del PP son miembros de organizaciones ultracatólicas como "Legionarios de Cristo", "Camino Catecumenal" o el "Opus Dei" y marcan las pautas morales del Gobierno.
Realmente el contrato puede haber sido asi: “Le montamos al
Gobierno Zapatero unas manifestaciones y tú después te cargas la ley del aborto
y si puedes dificultas el divorcio, pero no te preocupes que no voy a criticar
ninguna de las medidas que tomes, supongan la destrucción de la Seguridad
Social, las penurias de los ciudadanos o el fin de la Educación Pública y
gratuita, que además me vendrá bien porque así facturaré más en mis colegios, a
cambio no me bajes las subvenciones ni me subas los impuestos. Por cierto a ver
si podéis hacer algo con el matrimonio gay. Yo bendigo los bienes materiales
que Dios nos da, aunque no exista, en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, Amen.
Leyendo los Hechos de los Apóstoles, 23 de julio de 2012
De los cientos de personas de todas las edades que he conocido en mi ya larga vida, casi ninguna ha leído el Antiguo Testamento y muy pocas el Nuevo, no conociendo más que los pasajes que en la misa u otros oficios se recitan. Eso sí, casi todas han estudiado el catecismo y muchos los diferentes libros de religión según los planes de estudios seguidos. Generalmente cuando pregunto a los creyentes que como pueden creer tal o cual cosa, contestan que porque así se lo han enseñado y que creer que existe un cielo donde van sus seres queridos que les esperan, les reconforta. No admiten no ya la ciencia, sino la lógica. Se sienten cómodos, porque además con eso de que son creyentes poco practicantes o no practicantes, usan métodos anticonceptivos, abortan, se ajuntan, se divorcian, se recasan, ponen los cuernos; eso que se sepa, porque ya me pregunto qué harán en temas de respeto por la propiedad ajena y otras menudencias de la convivencia social. Osea, que son creyentes porque necesitan que haya un cielo donde reunirse cuando mueran, mientras, aquí, la mayoría vive sin mayores preocupaciones espirituales y muy condicionados por las materiales. Si eso son los creyentes poco o nada practicantes, que no harán los creyentes impostados, osea sé la jerarquía eclesiástica; antaño ostentado o compartiendo el poder, hoy condicionándolo todavía.
ResponderEliminarMi educación ha sido laica, pero como todo el mundo, he tomado la comunión. Y a esa edad, fue la primera vez que me pregunté, por qué debía yo confesarme con un hombre.
ResponderEliminarLo digo simplemente, a efectos de que quede claro, el respeto que me inspiran las sotanas.
Siempre he estado convencida de que, como los actores, se entrenan para modular y dulcificar el tono de su voz (Algo inútil con gente como Rouco pero bueno...no todo puede salir bien), con el fin de ganarse los oídos de los presentes, para inculcarle que están ante la divina presencia de Jesús.
Sin embargo, detestando La Iglesia, como entidad de Poder, con sus enormes, altísimas cúpulas con el sólo objeto de hacer sentir al hombre un ser insignificante, admiro a Jesús.
Me da igual su su prédica la hizo llanamente como hombre o como hijo de Dios.
Son buenas sus enseñanzas.
Unos años más tarde,en la época del Che me dije: Jesús ha sido el primer comunista de la historia.
Lo que está claro, es que La Santa Iglesia se encarga con cada uno de sus pasos, de destruírlo.
En vez de sentarse a la diestra de Dios, como representantes de su Hijo en la tierra. se han sentado siempre a la mesa del Poderoso.
No les ha importado ni se han cuestionado nunca su Legitimidad.
En Argentina, el Cardenal de cuyo nombre no me acuerdo y ni falta que me hace, en la época de la terrible dictadura, aconsejaba a los militares, de qué forma eliminar con "misericordia" a los futuros desaparecidos, que habían sido previamente torturados hasta la mutilación.
Antes de que los eliminaran. iban a llevarles la bondadosa palabra y el perdón de Dios.
Apoyan al Poderoso, para defender su Poder y sus intereses.
Para no perder su influencia.
¿Hay algo que algún fascista no haya hecho, en el nombre de Dios y por la Patria?
Son mercaderes. Bastante peores, que los de aquél templo del que fueron arrojados.
A tal extremo, que venden la vida y la paz social, por un poco más de treinta dineros.
Sus inmensas riquezas, son injustificables, frente a la pobreza en el mundo, que tendrían la obligación de erradicar.
Dan rosarios a los que piden pan.
Crucifijos de madera, a los que tienen el sida.
El bautismo, a los niños nacidos con el VHS, por no permitir el uso de condones (en zonas donde los niños,son producto de violaciones).
¿Donde está la caridad cristiana de esta gente?
Por algo han sobrevivido, según sus cuentas, 2012 años.
Porque si ha sido necesario arrastrarse, lo han hecho.
Porque si han necesitado perdonar torturas y asesinatos, lo han hecho.
Porque si han necesitado ponerse al lado del Gobernante de turno, para que aquellos que aún tienen un poco de fé aceptaran el robo de sus derechos, la falta de trabajo y que se les negara el pan, "con resignación cristiana", lo han hecho.
Son los siervos del Poder, Su verdadero Señor es el dinero que les permite seguir amasando sus fortunas.
Algunos buenos y que sigan su fé, hay: Pero nunca ha sido lo suficientemente fuertes, para arrojarlos del boato y sus ropajes de oro.
Esta gente no cree en Dios ni en sus enseñanzas.
Solamente la venden.
Y ahora me despido con la letra del tango:
"Qué me van a hablar de amor"
Kamchatka
Coincido enteramente con su punto de vista, Excelente entrada,
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